Educación no formal e informal

Nuestras nuevas realidades nos desafían a adoptar modelos educativos más naturalizados, más presentes en el mismo acontecer de aquello sobre lo que pretendemos enseñar/educar. Sociedades globalizadas, internet, medios de comunicación e información…
Dos cosas:
1. ¿Por qué se debe enseñar todo en nuestras sociedades? Nuestra dirección apunta a la exigencia de enseñar muchas cosas que permitan movernos con una naturaleza de la información absolutamente diferente. Pero… ¿eso significa que debemos enseñar, sobre una concepción formal y regulada de la enseñanza, científicamente fundamentada, a hacer música pop, jazz, a hacer el amor o a consumir drogas? ¿debemos regular pedagógicamente todo tipo de conducta social? ¿cómo provocar contactos con conocimientos de naturaleza muy distinta a la científica sin “cientifizarlos”?
2. ¿Por qué debemos enseñarlo todo desde las premisas de un conocimiento científico?
Determinadas expresiones y conocimientos responden a un contacto con su sincera y más natural manifestación… En tiempos de fragmentaciones competenciales, ¿por qué preguntamos al niño qué representa con su dibujo? ¿acaso no es la razón hipócrita del adulto que se cree superior?
Puede ser absolutamente contraproducente. No todo vale. Tampoco es una oportunista excusa para huir del esfuerzo y la disciplina. Se trata de otra disciplina. No se trata tanto de enseñar a “mirar” y “describir” el mundo, sino de dar oportunidades para mirarlo, para expresarlo. Y… la reflexividad entre dar las herramientas (aptitud) y la oportunidad de expresarlo a través de una mirada y un lenguaje (actitud) merece alguna que otra reconsideración…

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