Propuesta para la mesa redonda
"La metafísica del postmodernismo"
José Ángel García Landa
Universidad de Zaragoza, 2000
Edición en red 2004, 2012
Quizá sea conveniente comenzar trazando una conexión,
por mínima que sea, entre los conceptos de metafísica y de
postmodernismo, que en principio parecen pertenecer a universos de discurso
separados.
La metafísica debería haber muerto tras la Crítica
de la Razón Pura de Kant, con la crítica de los positivistas
lógicos a Heidegger, o por último con las denuncias derrideanas
del logocentrismo de la tradición occidental. Y sin embargo aquí
nos obliga el tema que nos reúne a concebir algo así como una metafísica
postmoderna. Se acusa al postmodernismo de privilegiar el significante sobre
el significado, así que quizá debería acometer la tarea
con una definición verbalista o un juego de palabras, dejando que
los significantes "metafísica" y "postmodernismo"
entren en un juego de asociaciones.
Las dos palabras se parecen en los prefijos que les dan un carácter un tanto paradójico de un "más allá" imposible, un más allá de la naturaleza—que es donde estamos—o un más allá de lo actual, de lo moderno, del presente, que es también donde estamos. Y si bien un prefijo, "meta" es atemporal y espacial, y el otro "post" parece indicar sucesión, un análisis más detenido quizá complicase las cosas. Veríamos, por ejemplo, que hay quienes hablan del elemento postmodernista en clásicos grecolatinos o en el canon tradicional, con lo que el "post" adquiere un carácter conceptual y figurativo quizá no muy distinto del que hay en "meta".
Otra línea de ataque verbalista y socorrida: recurramos al diccionario:
METAFISICA. (gr. meta ta physika, después de las cosas de la naturaleza). 1.Investigación acerca del ser en cuanto ser. 2. Investigación acerca de los principios más elevados del pensamiento y de la existencia (en este sentido se dice que la metafísica es la ciencia de las causas primeras y de los primeros principios). 3. Por extensión: Filosofía, teoría general y abstracta: Metafísica del lenguaje. 4. Fig. Modo de discurrir con demasiada sutileza sobre cualquier materia. (Etc.). ...
(BUENO, en lo que respecta esta acepción popular, a los filósofos postmodernos también se les acusa con frecuencia de un exceso de sutileza o de sofistería, así que aquí hay otro sentido posible del discurso "postmodernista" como un "rollo metafísico"). Otra acepción relevante sería: Metafísica general = ontología, la que trata de la naturaleza del ser en sí mismo.
La palabra "metafísica" fue inventada por Andrónico de Rodas, para nombrar los libros de Aristóteles que siguen a sus tratados sobre la física (aunque tratando de los primeros principios, quizá debiense precederlos). Es en la Metafísica de Aristóteles donde se encuentra la definición clásica: el estudio del ser en tanto que ser.
Si en una frase se puede resumir la filosofía del
siglo XX, y no se puede pero hay que hacerlo, sería describiéndola
como "el giro lingüístico". La filosofía se
torna más reflexiva si cabe, se hace consciente de sí misma
como lenguaje. Pasamos así al análisis de la metafísica como metalenguaje.
Ejemplo: La metafísica de Aristóteles, que hoy se puede leer como
más bien como una semántica; Aristóteles describe estructuras
lingüísticas. Otro ejemplo del "linguistic turn":
el análisis del ser en el último libro de Umberto Eco, Kant
y el ornitorrico. Eco aborda el estudio del ser desde el estudio de
los discursos que lo nombran. Se resiste sin embargo a equiparar la validez
de esos discursos, pues no todos interrogan al ser con la misma pertinencia
o validez.
Quedémonos con la idea de que hoy, preguntar por el ser de algo es preguntar por los lenguajes que lo definen. La naturaleza actual de la realidad se nos aparece como una función del discurso. Narraciones, discursos, culturas, ideologías, sistemas de creencias aparecen como modeladores de la realidad.
Esta perspectiva postmodernista, definidora de la realidad humana como construcción cultural, es metafísica en sentido literal (en el sentido de que nos invita a salir de la caverna de la apariencia, ir más allá de la naturaleza o de lo inmediatamente evidente); es metafísica también en cuanto que la naturaleza humana no es tal naturaleza sino que es modelada ideológicamente (así pues, todas las escuelas de pensamiento postestructuralistas-marxista, feminista, desconstructivista, neohistoricista... militan en contra del esencialismo, y exponen cómo la realidad es un constructo de convenciones, instituciones y modelos ideológicos). Por ejemplo, antes la metafísica se entendía como una descripción de la esencia de la realidad: las categorías metafísicas eran inherentes a la realidad y expresaban su ser último. Hoy en día la metafísica se entiende como un discurso producido institucionalmente para fines académicos concretos; en la metafísica de hoy, desde Nietzsche, no hay especies, sólo fenómenos individuales y las maniobras mentales que los asocian para crear sentido.
Así pues, la metafísica sigue tratando de
la esencia del ser, sólo que extrae las consecuencias de que ese
ser es cognoscible semióticamente. La filosofía postestructuralista
es meta-física en el sentido de que no se puede comprender la realidad
en sí, sólo a través de ese "mundo de las ideas"
en versión actualizada, no platónica, ideas que son los discursos
y disciplinas (constructos semióticos) que elaboramos para dominar
la realidad, a su vez también construida semióticamente, y
para darle forma. El desarrollo institucional de la "teoría"
como una práctica crítica, y la proliferación de elementos
autoconscientes y metaficcionales en los productos culturales (literatura,
publicidad, cine, etc). son aspectos de una misma realidad cultural "postmodernista"
en este sentido.
Pensemos en un típico producto postmodernista, la película The Matrix, en la que metaficción, realidad virtual y crítica ideológica se funden en una sugestiva reescritura del mito de la caverna platónico.
The Matrix nos ofrece un modelo de interpretación de la realidad como construcción. ¿Es una propuesta válida, relevante, etc? Depende del contexto interpretativo. Lo que nos lleva al problema del conocimiento y la verdad y el ser en el postmodernismo. El discurso (el discurso crítico, así como otros discursos) está institucionalmente situado, y produce conocimiento y verdad dentro de un paradigma, no en el vacío. Podemos hablar de verdad, pero no de una verdad absoluta, sino de "efectos de verdad" situacionalmente definidos, como traducibilidad entre los diversos lenguajes o disciplinas para fines concretos. (Hay una validez de las grandes narrativas en este sentido, como esquemas comunicativos históricamente y culturalmente situados).
Podríamos llevar este debate asimismo hacia la noción
de pluralismo crítico de Booth (hacia la metacrítica, reflexividad
teórica necesaria para una metafísica evolutiva, discursiva
y situacional). Consistiría en la identificación de las preguntas relevantes en cada
contexto, y en el establecimiento de marcos de diálogo que permitan el
surgimiento de un efecto de verdad, sin por ello creer que es posible o
deseable alcanzar un consenso crítico o una metodología universal.
—oOo—
Adorno, T. W. La ideología como lenguaje: La jerga de la autenticidad. Madrid: Taurus, 1982.
Aristóteles. Metafísica. Madrid: Espasa-Calpe, 1943. 10ª ed. 1981.
Booth, Wayne C. Critical Understanding: The Powers and Limits of Pluralism. Chicago: U of Chicago P, 1979.
Derrida, Jacques. De la gramatología. Trad. Oscar del Barco. México: Siglo XXI, 1971.
Eco, Umberto. Kant y el ornitorrinco. Trans. Helena Lozano Miralles. (Palabra en el Tiempo, 265). Barcelona: Lumen, 1999.
Kant, Immanuel. Critique de la raison pure. Ed. y trad. A. Tremesaygues y B. Pacaud. Introd. Ch. Serrus. París: Quadrigue-PUF, 1986.
_____. Prolegómenos. Trans. Julián Besteiro. Madrid: SARPE, 1984.