Notas sobre El Ordenador Renacentista
Notas
sobre The Renaissance Computer:
Knowledge
Technology in the First Age of Print, libro editado por Neil
Rhodes y Jonathan Sawday (Routledge, 2000).
Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introduction:
Paperworlds: Imagining the Renaissance Computer."
Leah S Marcus, "The
Silence of the Archive and the Noise of Cyberspace." 18-28.
Jonathan Sawday, "Toward
the Renaissance Computer." 29-44.
Timothy J. Reiss, "From
Trivium to Quadrivium: Ramus, Method and Mathematical Technology."
45-58.
Stephen Orgel, "Textual
Icons: Reading Early Modern Illustrations." 59-94.
Thomas S. Corns, "The
Early Modern Search Engine: Indices, Title Pages, Marginalia and
Contents." 95-105.
Andrew Hadfield, "National
and International Knowledge: The Limits of the Histories of Nations."
106-19.
Sarah Annes Brown, "Arachne's
Web: Intertextual Mythography and the Renaissance Actaeon." 120-34.
Nonna Crook y Neil Rhodes, "The
Daughters of Memory: Thomas Heywood's Gunaikeion
and the Female Computer." 135-56.
Anne Lake Prescott, "Pierre
de La Primaudaye's French Academy:
Growing Encyclopaedic." 157-69.
Claire Preston, "In
the Wilderness of Forms. Ideas and Things in Thomas Browne's Cabinets
of Curiosity." 170-83.
Neil Rhodes, "Articulate
Networks: The Self, the Book and the World." 184-96.
Los editores de El
Ordenador del Renacimiento: Tecnología del conocimiento en la Primera
Época
de la Imprenta, Neil Rhodes y Jonathan Sawday, presentan el
libro con una recomendación de Stephen
Greenblatt ("an exciting and adventurous book"), y con un planteamiento
general de la cuestión, que traduzco. El paradigma es, digamos, McLuhaniano,
en la línea de La Galaxia Gutenberg
—un antecedente importante son también las reflexiones de W. J. Ong
sobre la imprenta al final de Orality and Literacy).
"En el siglo XV, la imprenta era
la 'nueva tecnología'. La primera revolución informática empezó con la
llegada del libro impreso, que permitió a los estudiosos del
Renacimiento formular nuevas maneras de organizar y diseminar el
conocimiento.
Para 1500 había ya veinte millones
de libros circulando por Europa. ¿Cuál fue el impacto sobre nuestra
manera de entender el mundo que tuvo esta enorme explosión en la
circulación de textos e imágenes?
El Ordenador
del Renacimiento examina el
fascinante desarrollo de nuevos métodos de almacenamiento y búsqueda de
información que tuvo lugar con la llegada de la letra impresa. Ahora
que nos embarcamos en la segunda revolución de la información, un
deslumbrante plantel de importantes expertos en cultura renacentista
explora asuntos que hoy son significativamente urgentes; entre ellos:
- La contribución de las
tecnologías del conocimiento a la formación de los estados y a la
identidad nacional.
- el efecto de la multimedialidad,
de la oralidad y de la memoria, en la educación.
- La importancia de la
presentación visual de la información y de cómo los artefactos de
búsqueda reflejan y dirigen las maneras de pensar."
Un breve índice traducido, antes de pasar a algunas notas sobre cada
capítulo:
Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introducción.
Mundos de papel.
Imaginando el ordenador del Renacimiento."
Leah S. Marcus, "El silencio del archivo y el
ruido del ciberespacio."
Jonathan Sawday, "Hacia el ordenador renacentista."
Timothy J. Reiss, "Del Trivium al Quadrivium:
Ramus, el método, y la
tecnología matemática."
Stephen Orgel, "Iconos textuales: Leyendo
las ilustraciones de la
primera Edad Moderna."
Thomas S. Corns, "El buscador de la primera Edad
Moderna: Índices
alfabéticos, páginas de título, marginalia, contenidos."
Andrew Hadfield, "Saberes nacionales e
internacionales: Los límites de
las historias de las naciones."
Sarah Annes Brown, "La Red de
Aracne: La mitografía intertextual y el
Acteón renacentista."
Nonna Crook y Neil Rhodes, "Las Hijas de la
Memoria: el Gunaikeion de
Thomas Heywood y el
Ordenador Femenino."
Anne Lake Prescott "La Academia
Francesa de Pierre de La Primaudaye: Volviéndose enciclopédico."
Claire Preston. "En la selva de las formas: Ideas
y cosas en los
gabinetes de curiosidades de Thomas Browne."
Neil Rhodes, "Redes Articuladas: El Yo, el
Libro y el Mundo."
Una adivinanza. Teniendo en cuenta que la portada reproduce una
representación gr
áfica de una
red de servidores y sitios web conectados
entre sí, ¿por qué las letras de la palabra cOmPuTEr en el título
tienen distinto tamaño? (Respuesta aquí: http://www.opte.org/history/).
Neil
Rhodes y Jonathan
Sawday,
Introducción. Mundos de papel.
Imaginando el ordenador del Renacimiento
Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introduction:
Paperworlds: Imagining the Renaissance Computer." 1-17.
Se subestima con frecuencia el impacto que produjo la imprenta no sólo
en la compra y distribución de libros, sino también en su producción.
Antes, cada libro se encargaba en los copistas un poco "a medida": el
contenido y forma de cada libro era "resultado de una negociación entre
el productor y el consumidor" (2). Esto empezó a cambiar a partir del
siglo XIII con la producción de libros de texto para los estudiantes
universitarios—y la imprenta sería la transformación definitiva. Los
libros habían sido ejemplares raros, únicos, personalizados por su
amanuense y por las notas de sus usuarios."La nueva tecnología de la
imprenta con capital intensivo de principios del siglos XVI podía
reproducir réplicas casi libres de errores de un texto dado, una y otra
vez" (4). Observan los autores la
prudencia y
moderación de Lutero
(lejos de presentarse como un revolucionario incendiario) cuando en
lugar de imprimir sus tesis si más las sometió a debate en la Iglesia
según el procedimiento escolástico establecido. Más bien se queja
Lutero en una carta de 1518 a Christopher Scheurl de que no quería que
circulasen tanto sus tesis, sino sólo entre unos pocos entendidos,
hasta que fuesen aprobadas—y que con la imprenta se difunden y traducen
por todas partes. Si damos esto por bueno, dicen los autores, sería
"uno de los primeros ejemplos en que el medio se lleva la culpa del
mensaje" (5). Pero inmediatamente se apunta Lutero al nuevo medio, y
anuncia la próxima publicación de su Sermón
sobre las Indulgencias y la Gracia (1518)—el primer best-seller,
según Mark U. Edwards (Printing,
Propaganda, and Martin Luther, 1994). "La gente está engañada",
dice Lutero, y procede a desengañarla mediante el debate público y
publicado. Observan Rhodes y Sawday: "No hay sugerencia ahora de
dirigirse a un grupo elitista de académicos y de colegas eclesiásticos.
Más bien, Lutero ha entendido que el medio, tanto como sus propias
palabras, había creado un público, y que había que inventar ahora
nuevas maneras de dirigirse a ese público" (6).
La imprenta sería un
importante medio de difusión de las ideas reformistas. Se hizo posible
el desarrollo de las bibliotecas particulares, y personajes como Lutero
se volvieron autores— autores vivos, o contemporáneos, hechos por el
público lector, no autores pasados cuya autoridad derivaba de un lento
proceso de filtrado educativo mediatizado por las autoridades. Se
desarrolla así, con la prensas, el espacio de debate público
característico de la mentalidad europea moderna.
Es un paso similar al que se dio hace poco con la difusión del
ordenador personal y de la publicación personalizada. Hay analogías
interesantes entre el desarrollo de las técnicas de uso
y búsqueda de
información en una y otra época. De hecho ya antes de la imprenta
habían empezado a desarrollarse instrumentos de "búsqueda" para
permitir el acceso a la información: índices, listas de contenidos para
los voluminosos códices. La misma forma del códice invitaba a "buscar"
información de
manera más manejable que la del rollo de pergamino.
"Pero fue la multiplicidad misma de los libros impresos la que
rápidamente educó a sus lectores en cómo leer. El lector tenía que
aprender a participar en la construcción de un texto, buscando en él de
maneras que el autor podría no haber anticipado nunca, ligando juntas
ideas que aparecen localizadas en partes diferentes de la obra, incluso
comparando las ideas o textos que se encuentran en fuentes distintas
con relativa facilidad. La mesa de trabajo del investigador moderno,
atestada de hojas de papel y artefactos de escritura, desbordante de
libros apilados unos sobre otros, había llegado" (7).
La página impresa pronto genralizó instrumentos como secciones y
subsecciones, notas al pie o al margen, divisiones de párrrafos a veces
en distinto tipo de letra para señalar jerar
quías
informativas, claves
para relacionar ilustraciones y letra impresa, etc. La llegada de la
imprenta puede compararse a la creación de un nuevo sistema operativo
para la transmisión y almacenamiento de ideas. La imprenta dio a los
textos una fijeza que no tenían antes, para bien o para mal (Martin
Davis, "Humanism in Script and Print"). La uniformidad establece nuevos
protocolos de lectura, y enfrentarse a textos previos al desarrollo de
la imprenta requiere dominar todo un universo de capacidades lectoras
diferente. El orden alfabético, sin más, se desarrolló como
consecuencia de la imprenta, aunque no se difundió como medio de
organizar la información hasta el siglo XVII. Observa Tom MacArthur que
en un principio el orden alfabético "debió parecer un orden perverso,
inconexo y en última instancia carente
de sentido,
para hombres que
estaban interesados en marcos bien definidos para contener todo tipo de
conocimientos" (8-9).
"Las bases de datos del ordenador del Renacimiento son las grandes
colecciones de conocimientos reunidas por los humanistas: los tesauros
retóricos, diccionarios, mitologías, historias, atlas y cosmologías.
Estos se pasaban a los impresores y emergían como 'enciclopedias',
'espejos', 'anatomías', 'teatros', 'digestos' y 'compendios', términos
que proliferaron repentinamente en el siglo XVI" (9).
(—y que son efecto de la nueva
tecnología, igual que los cibergéneros, blogs, foros, etc., lo son de
la tecnología de la Web 2.0)
En The Faerie Queene de
Spenser, la mente humana aparece retratada bajo la imagen de un viejo
escritorio con pergaminos imperfectos y apolillados—No había en la
época métodos fiables de indexación, búsqueda y ordenación de la
información. Y en un universo que se percibe como fragmentado,
cualquier imposición de orden, siquiera sea arbitrario, será bien
venido:
"Entonces, como ahora, la nueva tecnología parecía prometer la
realización de ese viejo sueño de los escolásticos de amasar el
conocimiento universal (omne scibile—todo
lo que se puede saber) en una biblioteca infinita, pero la realidad era
más dura de lograr" (9)
McLuhan y Ong ya estudiaron cada uno a su estilo la relación entre la
era de la imprenta y la era electrónica, "planteando cuestiones que
sólo ahora están empezando a ocupar un papel central en el debate
académico en las humanidades" (9). Seguidos por D. F. McKenzie, Roger
Chartier, etc. "La experiencia multimedia moderna a través del
ordenador nos estimula a pensar de nuevo sobre las relaciones entre voz
y escritura, texto e imagen en periodos anteriores" (10).
Ong llamó la atención sobre la reconceptualización del conocimiento, su
presentación y transmisión en Petrus Ramus:
"no hay duda de que explotó las posibilidades de las formas visuales de
la imprenta para crear maneras innovadoras de transmitir el
conocimiento, y de que pedagógicamente su influencia fue inmensa. La
idea del 'Método' de Ramus la adoptaron los impresores, de manera que
hacia la segunda mitad del siglo XVI, mucho antes de que la adoptase
Descartes, la palabra 'método' aparece más frecuentemente como parte
del título de los libros, más aún que los familiares espejos, teatros y
anatomías" (10)
A veces pasa desapercibida la manera en que la nueva tecnología también
supone una perpetuación de la antigua, prolongando su vida. (Algo parecido sucede ahora en el caso de mi
bibliografía—artefacto informático pero relativo a libros,
tecnología pasada pero también presente, diseñada a caballo entre la
letra impresa y la pantalla, en parte un resto del pasado superado, y
también quizá una manera de ese pasado de perpetuarse en el ámbito de
los nuevos medios. Este párrafo es especialmente adecuado al caso):
"El Ordenador del Renacimiento tiene así rostro de Jano, mirando a la
vez hacia delante y hacia atrás. Prometiendo acceso a un nuevo medio de
explorar y comprender el mundo, su tendencia, inicialmente, fue
simplemente la de acumular catálogos en expansión permanente de todo lo
que ya se conocía" (11)
—sólo más tarde pasaría a hacerse uso crítico y conectivo de esas
acumulaciones de saber. Los renacentistas eran también medievales a su
modo. La circulación de colecciones manuscritas de poesía continuó, por
ejemplo durante doscientos años tras la invención de la imprenta. (Esto
nos indicaría analógicamente que los libros impresos podrían durar,
como forma marginal de distribución, hasta la segunda mitad del siglo
XXII—más o menos).
Más notable aún, señalan los autores, la lección académica o
conferencia ha sobrevivido hasta hoy, a las fotocopiadoras y al acceso
en red a materiales de enseñanza.
"La era de la imprenta creó la era del libro como objeto fijo y texto
estable (dentro de unos límites). Hoy, el ordenador y el hipertexto
"están rápidamente deshaciendo esa idealización de la estabilidad, y
están devolviéndonos a un tipo de textualidad que puede tener más en
común con la era previa a la imprenta" (12).
—y se alteran los nexos creados por la estabilidad tecnológica previa:
de producción, financiación, distribución, derechos, venta… En red no
hay finales, todo es más colaborativo, interactivo. Donde sí se parecen
las nuevas tecnologías de la imprenta y el ordenador es en la
multiplicación del
volumen de la
información—produciendo el peligro de
la sobrecarga informativa: necesitaremos desarrollar técnicas, dicen
Rhodes y Sawday, para enfrentarnos a la sobreabundancia (copia) y que
ésta no nos empobrezca. La respuesta de los humanistas, en su momento,
fue el desarrollo de un nuevo género, los libros de notas o de lugares
comunes, como el De copia verborum
atque rerum de Erasmo. Se organizaba temáticamente más bien que
alfabéticamente, y era según Ann Moss un "sistema de recuperación de
información" que respondía a "la explosión del conocimiento en forma de
libros impresos a lo largo del siglo XVI" (13). (Podríamos comparar estos libros de
lugares comunes a las
misceláneas y collectanea varia que tienen algo de antepasados del
blog personal—pues éste es, en cierto modo, el libro de lugares comunes
o de anotaciones que corresponde al nuevo régimen de las comunicaciones
en red. El blog como blog
misceláneo de notas y de enlaces).
Como hoy el ordenador, la imprenta produjo una sensación a la vez de
caos universal del la información, y de conexión o conectividad
universal. En el Renacimiento proliferan los sistemas de analogías y
correspondencias para ordenar e interpretar el mundo; según Montaigne
"toutes choses se tiennent par quelque similitude", y hay una
consciencia de una interconexión de sentido, con "el libro de la
Naturaleza como un intertexto gigante de múltiples conexiones y
alusiones" (13).
(Hoy, los enlaces hipertextuales
parecen ofrecer una
nueva versión de esa conectividad universal. Remito aquí a algunas
reflexiones de mi artículo sobre intertextualidad e hipertextualidad, "Linkterature:
from Word to Web").
"Los ensayos de este libro, pues,
exploran la tecnología de los textos
impresos en época temprana, para revelar cúantas de las funciones y
efectos del ordenador contemporáneo se imaginaron, anticiparon o
incluso se iban buscando mucho antes de la invención de la tecnología
digital de los ordenadores modernos."
Hay en el proyecto de The
Renaissance Computer una dosis inevitable (y quizá no
indeseable) de distorsión retrospectiva, pues evidentemente los
esfuerzos precibernéticos de los escritores e impresores del
Renacimiento tienen un aspecto muy distinto hoy del que tenían para
quienes estaban inmersos en ellos. Pero surgen de esta perspectiva
retrospectiva unas dimensiones muy interesantes de las tecnologías de
la textualidad y de la información de la primera Edad Moderna, y un
cierto espejo en el que contemplarnos, y especular sobre lo que estamos
haciendo, ordenando estos textos en este ordenador.
Leah
S. Marcus,
El
silencio del archivo y el ruido del ciberespacio
Reseño aquí el artículo "The Silence of the Archive and the Noise of
Cyberspace", de Leah S. Marcus, publicado en The Renaissance Computer: Knowledge
Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y
Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen, Marcus explora en qué
medida el ordenador cumple el viejo sueño de crear una "memoria
enciclopédica". Nos proporciona funciones de memoria inauditas en otros
tiempos, pero a la vez plantea problemas irritantes y familiares
parecidos a los que se encontraron los usuarios de las tecnologías del
conocimiento renacentistas. Como en sus esquemas memorísticos, el
ordenador nos permite imaginar espacialmente el funcionamiento de la
memoria, con sus sistemas de archivos, carpetas y sitios web, a la
manera de los edificios mentales imaginarios que aparecen en obras
renacentistas. Y también promete replicar en versión digital la textura
ruidosa y parlanchina del encuentro entre lector y texto, previa a la
hegemonía del "silencios de los archivos", característica de la letra
impresa en la era moderna. Para Marcus, este silencio idealizado se ve
reemplazado por una forma más activa, mutable y "ruidosa" de
reproducción textual, y aparecen en este "ruido del ciberespacio" unas
formas de relacionarse con el conocimiento anterior que son altamente
teatrales y auditivas. Los blogs, entiendo, son una forma muy
característica de esta textualidad típicamente ciberespacial, aunque su
emergencia masiva sea posterior al artículo de Marcus.
En la textualidad electrónica del ordenador convergen la
manipulabilidad y customizacigón individual del manuscrito previo a la
imprenta, con la reproducibilidad masiva y el acceso a muchos textos
que facilita la imprenta. También se parece, observa Marcus, al
"florilegio" o
miscelánea que permitía acceso rápido a materiales diversos a
finales de la Edad Media y principios del Renacimiento. Marcus observa
cómo en los archivos en red modernos creamos nuestras propias versiones
de los florilegios, a la vez contando con la exactitud de la imprenta y
con el potencial de adaptación personal del manuscrito.
La imaginación asociada a la tecnología del conocimiento da lugar en el
Renacimiento a invenciones curiosas que parecen querer llevar más allá
las posibilidades de la letra impresa. Así la máquina de leer de
Agostino Ramelli (descrita e ilustrada en Le Diverse e Artificiose Machine de
Capitano Agostino Ramelli, París, 1588), una especie de atril
múltiple giratorio que permite al lector pasar de un libro a otro
rápidamente... casi un antecedente, diríase, del Memex de Vannevar
Bush, aunque, claro, no deja huellas del trayecto de lectura ni enlaces
visibles en los libros.
La tradición psicológica y la mnemotécnica llevaban también a imaginar
la mente como un espacio con diversas salas: hay abundantes ejemplos
renacentistas, en el Pastime of
Pleasure de Stephen Hawes (1509) o el Mirrour
of the World
de Caxton de
1527. También la Mnemonica, sive
Arte Reminiscendi de John Willis (1618); de estos artefactos
mnemotécnicos habla Frances Yates. Las alegorías mnemotécnicas imaginan
utópicamente algunas de las capacidades de acceso a la información que
da hoy el ordenador. Otro ejemplo es L'an
2440 de Louis-Sébastien Mercier, 1771, en el que los sabios
condensan el saber de una biblioteca en un pequeño libro. También el
ordenador reposa sobre una conceptualización comparable:
"Como los sistemas de memoria
artificial abogados por los rétores y
filósofos naturalistas de la Edad Media y del Renacimiento, el
ordenador equipado con Windows emplea imágenes llamativas o iconos que
actúan como controles memorísticos para obtener acceso a bloques
mayores de información; y como los anteriores sistemas, provoca en un
principio asombro y maravilla en los usuarios, ante el aumento de
capacidad que parece ofrecer a nuestro intelecto humano" (21, traduzco)
Esto dentro de las obvias diferencias que también reseña Marcus. Es
difícil, dice, en una cultura inundada de imágenes como la nuestra,
recrear el impacto de las escasas imágenes disponibles en la cultura de
hace quinientos años. Pero la imprenta produjo un impacto similar en
cierto modo al que hoy produce la informática, creando también
sentimientos de alienación y rechazo a una cierta "inhumanidad" del
medio: "D.F. McKenzie y Keith Thomas recogen muchos testimonios sobre
alienación frente a la imprenta en la modernidad temprana, en
particular cuando los lectores se encontraban con versiones impresas de
materiales que con los que tenían previamente la 'experiencia viva' de
la representación: obras de teatro, lecciones, y sermones" (22). El
libro se concibió durante el primer siglo de la imprenta como una
especie de vehículo de almacenamiento, como un disco de ordenador, "más
bien que como un sustituto del cuerpo del autor" (22)—Roger Chartier
dice que costó un tiempo conceptualizar al libro impreso como la imagen
de su autor. Algo parecido a lo que sucede hoy con la necesaria
parafernalia electrónica del texto electrónico. Preocupaba el
desplazamiento de la inmediatez de la comunicación humana: "Tanto el
primer siglo de la cultura impresa como nuestra cultura digital actual
estaban preocupados por la imagen híbrida del humano que es también una
máquina" (23); esto da lugar a imágenes peculiares en Shakespeare o
Sidney. Sugiere Marcus que "esta hibridación entre el organismo humano
y la tecnología (...) es característica de tiempos en los que un método
tradicional de comunicación se ve amenazado por métodos nuevos y se ve
gradualmente desplazado" (23). Y si hoy la presencia del autor en el
libro se ve problematizada, quizá la erosión se deba al desarrollo de
la comunicación en red.
Por su parte, el ordenador empieza a adquirir la personalización y
presencia antes atribuidas a la letra impresa. (Una vez más, los blogs
son un fenómeno muy característico a este respecto, aunque Marcus no
los conocía todavía). Maquiavelo, o Milton, presentan la lectura como
presencia fantasmal o espiritual del autor, conversación desplazada con
él; y estos modos muy teatrales y auditivos de relacionarse con el
saber escrito era más bien la regla que la excepción en esta época
temprana de la imprenta. Esta interactividad vuelve hoy a través del
ordenador:
"El ordenador y el ruidoso
mundo del ciberespacio nos permiten
recapturar parte de los elementos auditivos y sociables de la lectura y
memoria renacentistas, los que el archivo y la biblioteca modernos han
suprmido bajo el aviso de 'Silentium'." (27)
Incluso el contacto con la voz de los autores es posible, a través del
desarrollo de los sistemas multimedia; "es imposible predecir las
maneras en que se profundizará y cambiará nuestro conocimiento del
pasado si nos adaptamos a la etraña práctica de oír además de ver
nuestros archivos" (28)
Hasta aquí el artículo de Marcus, muy en la línea McLuhaniana que anima
todo el volumen (siempre hay que volver a La Galaxia Gutenberg para estas
cuestiones). Los desarrollos multimedia, como se sabe, han ido a más, y
se han diversificado las experiencias multimedia en la red. Quizá el
resultado más significativo sea un relativo arrinconamiento de la
cultura archivística procedente del mundo de la imprenta, a pesar de la
proliferación de repositorios
y archivos digitales. En la dimensión digital perviven
reencarnados, o mejor dicho desmaterializados, todos los fenómenos
propios de la era de la imprenta y hasta del manuscrito: es posible
examinar todos los pergaminos amarillos de Beowulf en red. Pero en esta
explosión de información y textualidad pasan a tener preeminencia y
prioridad los fenómenos propios, inéditos y característicos de la nueva
era—con lo cual no quiero decir que la digitalización de la cultura
impresa no sea propia, inédita y característica, entiéndaseme bien.
Pero es la literatura en sí lo que se ve desplazado por un nuevo
régimen de comunicaciones que sigue protocolos interaccionales
diferentes—lo que Marcus llama "el ruido del ciberespacio".
—oOo—
Jonathan Sawday,
Hacia el ordenador renacentista
Reseño aquí el artículo "Towards the Renaissance Computer", de Jonathan
Sawday, publicado en The Renaissance Computer: Knowledge
Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y
Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"El ordenador moderno tiene una historia que se puede rastrear al menos
hasta el siglo diecisiete, a los primeros intentos de conceptualizar el
pensamiento a través de un proceso matemático. El ensayo de Jonathan
Sawday nos muestra cuántos de los problemas asociados a la explosión
informática de finales del siglo XX fueron anticipados de muchas
maneras en la explosión similar que siguió a la 'revolución' de
Gutenberg de mediados del siglo XV. Trabajando tanto hacia adelante,
hacia Neuromante,
la novela cyberpunk futurista de William Gibson) y hacia atrás por vía
de Milton, Descartes, Hobbes, Leibniz, Donne, Browne, y Spenser, nos
muestra cómo algunos de los términos lingüísticos clave que hemos
comenzado a asociar con la cultura de los ordenadores (términos como
red, matriz, web) tienen su momento fundador en la escritura de la
modernidad temprana.
La máquina de
razonar. Yendo más atrás, claro, la historia del ordenador se
mezcla con la historia del cálculo y la medición—con la de los relojes,
por ejemplo. El Adán de Milton es perversamente moderno al querer
comprender la estructura de los cielos y calcular sus revoluciones. (Aquí aprovecho para recordar el satánico
símbolo que figura en los ordenadores Apple, la manzana mordida... que
no creo que sea la de Blancanieves, aunque quién sabe).
La calculadora de Pascal (1642), primer antecedente del ordenador, es
coetánea de la redefinición cognitiva de Descartes, identificando al
ser humano con "una cosa que piensa" (1641), definición racionalista. Y
en De Corpore (1656) Hobbes
va más allá, especificando que "By RATIOCINATION I mean computation".
Está el terreno abonado para considerar a la mente una máquina de
calcular, y también para la sátira de esta idea en un poema de
Rochester (1674):
Hudled in dirt, the
reas'ning Engine lyes
Who was so proud, so witty, and so wise.
En 1673, Leibniz había presentado una máquina de calcular, el calculus
ratiocinator, ante la Royal Society; estaba basada en la de
Pascal: pero apuntó Leibniz también que eventualmente "todas las
verdades de la razón podrían reducirse a un tipo de cálculo". Es una
idea insistente en la modernidad: el pensamiento como computación (y
viceversa).
The Matrix
Así se inventa el término "ciberespacio" y se describe éste en Neuromante de William Gibson:
"Cyberspace. A consensual
hallucination experienced by billions of
legitimate operators, in every nation, by children being taught
mathematical concepts. . . . A graphic representation of data
abstracted from the banks of every computer in the human system.
Unthinkable complexity. Lines of light ranged in the nonspace of the
mind, clusters and constellations of data. Like city lights, receding .
. . "
Para Sawday, "Reconocible también
en la descripción de Gibson de la
'matrix' es la cualidad alucinatoria que tiene el surfear por la red—
el sentido en el que el tiempo real se ha disuelto en un presente
atemporal. La distancia, también, ha encogido" (32)
Aun en su estado todavía incipiente, la Red promete para Sawday "un
sueño de conexión instantánea, infinita, entre personalidades en red
cambiantes y transitorias" (32), una "fantasía de huída del cuerpo a
una dimensión superior de la comunicación" (33) (Sobre lo ilusorio de estos sueños escribió
Mark Dery, por cierto, un capítulo de Escape Velocity) —este
sueño de una comunicación trascendental y espiritualizada es algo que
también encontramos en la poesía renacentista y sus aspiraciones
platónicas y de transcendencia. En Donne, por ejemplo, encontramos esto
que yo relacionaría con otros apocalipsis de la comunicación total:
But up into the watch-towre get,
And see all things despoyl'd of fallacies:
Thou shalt not peepe though lattices of eyes,
Nor heare through Labyrinths of eares, nor learne
By circuit, or collections to discerne.
In heaven thou straight know'st all, concerning it,
And what concernes it not, shalt straight forget.
Thre thou (but in no other schoole) maist bee,
perchance, as learned, and as full as shee,
Shee who all libraries had thoroughly read
At home in her owne thoughts, and practisd
So much good as would make as many moore.
Este sueño de comunicación y conocimiento superior lo relaciona Sawday
con la explosión de conocimiento generado por la imprenta y el
Renacimiento; como en Gibson es un sueño de trascendencia a una
dimensión superior del intelecto desmaterializado. Y, sobre la
"matrix", "En la imprenta, una vez se hubo
efectuado la transferencia a
tipos móviles o redistribuibles (al contrario de la impresión
xilográfica), la 'matriz' era la hoja de metal blando en la cual se
grababan o imprimían las letras" (34) y era así el generador de las
múltiples copias subsiguientes. El témino "fuente" también sobrevive en
informática.
La red maravillosa
("Los que tejen redes serán confundidos" - Isaías, XIX.9): Aracne, la
araña, también renacentista, también en Neuromancer, y también por la web
hoy en día. La araña es animal emblemático, traicionero y resentido,
lleno de veneno. Pero la red aparece asociada en Donne a la captura del
conocimiento, y para Browne en The
Garden of Cyrus la estructura reticular es una especie de idea
platónica que ser repite en diversos ámbitos. Más interesa a Sawday la rete mirabile, la red maravillosa,
una noción procedente de Galeno y repetida por muchos anatomistas del
Renacimiento, una red de interrelaciones que comunica todo el interior
del ser humano ... aunque nadie la había visto (por la descripción que da Sawday, parece
una anticipación o intuición de la existencia del sistema nervioso que
conecta todo el cuerpo humano al cerebro). De la misma manera,
arguye, las representaciones visuales etc. que hoy damos de Internet
son ficciones de la representación, para ayudarnos a entender procesos
complejos.
Los trabajos de
Hércules
Esta sección del artículo está centrada en los Adagios de Erasmo de Rotterdam y
su crecimiento desbordante en sucesivas ediciones. Sobre Erasmo y lo
que él llamaba sus Trabajos
de Hércules ya hablé en otro post anterior, a cuenta de los míos
propios. La idea central de Sawday es cómo ya en los primeros tiempos
de la imprenta se echó de ver una limitación, la manera en que la
impresión fijaba los textos, aunque estos siguiesen creciendo a la
manera de los Adagios. Erasmo
parece pedir un instrumento de tratamiento de textos más elástico y
modificable, algo que no llegaría hasta la aparición de los
ordenadores. El ensayo concluye con una descripción de los Adagios de Erasmo a principios del
siglo XVI, en los cuales se puede echar de ver que ya aparecía la
necesidad de algo que tuviese menos fijeza que la cultura impresa.
Conclusión:
Replicabilidad
El binarismo de las clasificaciones de Ramus, en el Renacimiento,
también anuncia una manera de pensar que será favorable a la revolución
conceptual que nos llevaría a los ordenadores. Lo que el Renacimiento
contribuyó al ordenador es para Sawday sobre todo la replicabilidad,
"la facilidad para crear copias instantáneas e indistinguibles de la
materia, materiales, palabras, incluso cuerpos" (42). "La
replicabilidad fue invención del Renacimiento, y también es, claro,
parte integral de nuestro propio instrumento de replicación y
transmisión instantánea: el ordenador" (42).
(Como se puede ver en Orality
and
Literacy de Ong, la replicabilidad ya
está inherente en las tecnologías
de la escritura y la textualidad, aun antes de pasar a la fase de la
imprenta. Especialmente, quizá, por lo que de analítico y combinatorio
tiene, en la escritura alfabética. Y los procesos de producción serial,
antes de llegar a los libros "idénticos" del Renacimiento, o al montaje
en cadena de Ford, también van asociados a circunstancias más
antiguas... pensemos en la producción de armas y equipamiento para los
soldados del imperio romano, por ejemplo, o de ánforas idénticas para
el almacenamiento y comercio. Quizá nos tengamos que remontar hasta la
tecnología de las bifaces, en la cuestión de la replicabilidad. Pero
entrando en el detalle de las tecnologías de las comunicaciones,
naturalmente que supuso la imprenta primero, y la informática luego,
una revolución en la cuestión de la replicabilidad).
—oOo—
Timothy J. Reiss,
Del Trivium al Quadrivium
Timothy J. Reiss, "From Trivium to Quadrivium: Ramus, Method, and
Mathematical Technology." Cap. 4 del libro de reflexión retrofuturista The
Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday.
Traducción del resumen:
En este ensayo de revisión, Timothy J. Reiss explora la supuesta
influencia del despliegue de diagramas visuales para procesar la
información que llevó a cabo Ramus. Argumentando contra Ong y McLuhan
sobre este punto (ver la introducción de los editores), Reiss muestra
cómo los conceptos matemáticos asociados con el "quadrivium" (la
enseñanza de la aritmética, la geometría, la música y la astronomía)
reemplazaron al mundo de base lingüística asociado con el "trivium"
(gramática, retórica y lógica) en el pensamiento de Ramus. Dicho de
otro modo, este importante filósofo y teorizador de la pedagogía del
siglo dieciséis supuso el paso de una cultura basada en la palabra a
otra en la que rigen los conceptos abstractos de la lógica matemática:
un paso que, se ha sostenido, es similar al que conlleva el desarrollo
de los ordenadores modernos. En palabras del propio Reiss, la
conclusión es que Ramus y otros creían que serían capaces de "computar
conocimientos nuevos de maneras que... sin embargo proporcionasen toda
la seguridad que pudiese proporcionar una máquina de cálculo ordenada
de modo invariable".
Recuerda Reiss que Ramus no
extrajo sus innovaciones diagramáticas y visuales de la nada, sino de
la tradición aristotélica, y muy particularmente de los desarrollos
introducidos por Ramón Llull y sus seguidores, p. ej. Charles Bovelles,
que a principios del XVI imprimió esquemas binarios al estilo de Llull.
El estudio semántico escolástico había llevado a una relación de
regresión infinita entre las relaciones de palabras y conceptos y
cosas, sin posibilidad de un punto final para asentar el conocimiento.
Examina Reiss las sucesivas publicaciones de Ramus, en las que
pretendía establecer un Método según el cual podrían atribuirse a
palabras y conceptos significados seguros y firmes basados en una razón
universal y en particulares comprensibles. Antonio de Gouvea y
otros criticaron los métodos de Ramus, diciendo que podía esto llevar a
una exposición racional, pero no a descubrir racionalmente nuevos
conocimientos. (Y de hecho a Ramus se le prohibió oficialmente enseñar
dialéctica y filosofía). Pero Ramus pretendía reducir a método
también el Trivium. Publicó una gramática de categorías,
protoestructuralista podríamos decir, basada en oposiciones binarias, y
se puso el objetivo de definir nuevos conocimientos por deducción
racional y metódica. Es una subversión del aristotelismo: Aristóteles
había dicho que "la detallada precisión de las matemáticas no ha de
exigirse en todos los casos" sino sólo en cosas inmateriales. Ramus se
separó de las artes del trivium, que veía limitadas a la comunicación,
y como Melanchton, Alessandro Piccolomini, y otros, asoció lógica y
matemáticas.
"En los años 1550 y 1560, cada vez más escritores veían algún tipo de
interreferencia mutua entre las matemáticas, el orden de las palabras,
y el orden de las cosas" (53)
Bovelles, Jacques Pelletier du Mans, etc. Ramus fue más lejos,
atribuyendo una racionalidad natural de naturaleza silogística también
a los animales (que no hablan: o sea, lógica y lenguaje siguen órdenes
independientes). Se impondrá la noción de que la comprensión de las
cosas, y el lenguaje del descubrimiento, es un lenguaje racional
expresable con la lógica y las matemáticas.
"Ramus ayudó a sentar las bases de una idea de la aritmética y la
lógica como modelos para, y destilación de, el lenguaje natural. Las
primeras descubrían, el segundo enseñaba. La idea de que
semejante lógica matemática se hallaba en el núcleo del lenguaje
natural seguiría siendo una fantasma del pensamiento europeo al menos
hasta la Begriffschrift de Gottlob Frege en 1879. La idea de
que también se hallaba en el núcleo de la naturaleza fundaba el
optimismo de la ciencia natural instrumental." (55)
A lo que dice Reiss podríamos añadir que la lingüística moderna
dominante en el siglo XX, entendiendo por ella el estructuralismo y el
generativismo, tiene una inspiración lógico-matemática similar, y una
fe comparable en el método y (claro) en los diagramas visuales y
binarismos.
La influencia de Ramus se extendió a los estudios computacionales del
matemático John Napier (Mirifici logarithmorum canonis descriptio,
1614)—la ida de reducir la geometría a la aritmética continuaba el
proyecto de Ramus de reducción racional de las ciencias a una base
lógico-matemática. "Logistica est ars bene computandi", decía Napier—y
en la misma palabra "logaritmo", logos y aritmética, tenemos vemos
claramente esa fusión de palabra, pensamiento, concepto y aritmética,
que está en la base de la inteligencia artificial hoy en día. Las
tablas de logaritmos fueron un avatar más de esas calculadoras, que
aparecieron en forma de libro, antes de la llegada del ordenador.
—oOo—
Stephen Orgel,
Iconos textuales
Stephen Orgel, "Textual Icons: Reading Early Modern
Illustrations."
Cap. 5 del libro de reflexión retrofuturista The
Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday. Traducción
del resumen:
"La
práctica de la ilustración de
libros", escribe Stephen Orgel, "se ha venido tratando de manera muy
fructífera en el contexto de la historia de la imrpesión. Pero también
es un aspecto de la lectura". Tomando el papel del lector como punto de
partida, Orgel procede a interrogar aquellas imágenes e ilustraciones
de libros de la primera época moderna que parecen constituir una
alocución directa al lector y que, paradójicamente, pueden parecer
contestar o incluso contradecir el "mensaje" del texto escrito.
Desplazándose por los frontispicios e ilustraciones de diversos libros
famosos de la época moderna temprana (por ej. las Workes de Ben Jonson, el Cosmological Glasse de Cunningham,
la Practical Music de Morley,
etc.), el ensayo explora el desarrollo de nuevas tecnologías de
reproducción, preguntando a la vez cómo "leían" y comprendían esas
imágenes los lectores contemporáneos a ellas. La conclusión de Orgel es
que, una vez estudiamos la función de estas imágenes, empezamos a
comprender que "el libro Renacentista era no tanto un producto como un
proceso": el proceso mediante el cual el "libro" en lugar del "texto"
se convierte en un objeto de fascinación y consumo en sí mismo. (59)
Es curiosa la manera en que las ilustraciones renacentistas
parecen
poco funcionales, inapropiadas, o ilógicas. Curiosamente, en lugar de
"explicar", requieren bastante conocimiento previo para ser entendidas
ellas mismas; por ejemplo en la Biblia
pauperum, la comprensión de los grabados "requiere conocimiento
detallado no sólo de las Escrituras, sino también de los principios de
exégesis bíblica" (60).
Los emblemas de Alciato curiosamente se originaron como descripciones
verbales de imágenes alegóricas, no como ilustraciones. Estas se
añadieron más adelante.
En sus Workes, Jonson se
presenta no mediante su imagen, no aparece, sino con una representación
alegórica de su drama, con las figuras que representan su relación a la
historia y una serie de posibilidades genéricas. Y su comentario al
Folio de Shakespeare desviaba la atención de la ilustración del retrato
del autor, hacia las obras.
Es difícil saber hasta qué punto los lectores extraían información de
las ilustraciones de obras que parecen plantear dificultades y
oscuridades, o se repiten y reciclan, como en obras de Sidney,
Boccaccio, Spencer, Biondi... Quizá lo mismo con las ilustraciones de
Chaucer en Caxton, son menos características que los personajes de
Chaucer. Para Orgel, tienen que ver menos con el texto de Chaucer que
con el libro mismo que las presenta, y con la historia de su
producción. A Chaucer curiosamente se le siguió dando un aire arcaico
en tipo de letra en las sucesivas reediciones. En las ediciones de
Shakespeare del XVII también se aprecia un deseo de replicar no sólo
los textos sino la presentación impresa del libro original. Volviendo a
Jonson, en 1716 Tonson produce una edición en 6 volúmenes, pero el
orden de los textos y las ilustraciones se refieren más a la propia
producción de Jonson como libros en el siglo anterior, que a las obras
mismas
de Jonson: "derivan su autoridad, su poder de significar, de la
historia de la impresión, de la construcción de los folios del siglo
anterior" (69).
Thomas N.
Corns,
El Buscador Renacentista
Reseño aquí el capítulo "The Early
Modern Search Engine: Indices, Title Pages, Marginalia and Contents",
de Thomas N. Corns, publicado en el libro de estudios mediáticos
retrofuturistas The
Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print
(ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"Thomas Corns examina varios textos
(entre ellos un poema topográfico, un libro de viajes, una traducción
bíblica y un tratado político) para mostrar cómo el concepto
informático moderno de "acceso aleatorio" se vio anticipado por los
autores y editores de la primera modernidad, ansiosos de huir de la
"serialidad" de los documentos escritos. El ensayo explora algunos de
los rasgos de los textos computerizados actuales (como mapas y
diagramas interactivos, estructuras de bases de datos, etiquetas SGLM,
etc) en un intento de descubrir sus equivalentes renacentistas, y de
mostrar cómo los editores e impresores del primer siglo de la imprenta
ya eran conscientes de las complejas cuestiones planteadas por las
variadas interfaces para el usuario." (95)
Internet no podría navegarse sin buscadores y organizadores de
información, señala Corns, y "gran parte del poder de las nuevas
tecnologías se basa en sus prestaciones de acceso no serial" (95).
(De hecho, podríamos decir que a
pesar de los éxitos de los primeros buscadores como Mosaic y Altavista,
Yahoo era el rey de la red en el siglo XX: y Yahoo era en origen un
índice o directorio hipertextual. La información de la red se volvió
realmente usable a nivel masivo con Google, que es un término no
indexado todavía en el libro de Rhodes y Sawday. Aún recuerdo la
diferencia que supuso no tener que buscar en los resultados de los
buscadores, puesto que era el propio buscador quien organizaba (por
fin) la información según su relevancia. Para esa historia, ver mi
reseña sobre Google
y The Search).
En libros como Coryat's Crudities (1611)
se exploran nuevas estrategias de organización de la información, por
ejemplo relacionando ilustraciones y texto de maneras novedosas. Así,
"algunas obras literarias renacentistas, normalmente de tipo
vanguardista, reconocían las limitaciones de los textos planos y de la
transmisión serial de información, ofreciendo en su lugar nuevas
modalidades de acceso, formas más espaciales de pensar y de leer, y de
relacionar un nivel de discurso con otros niveles" (97). Se anticipa
por medio de la relación entre ilustraciones, listas, índices y texto,
un tipo de hipertextualidad. Es un tipo de usabilidad que pudo
contribuir al éxito de Eikon
Basilike, por ejemplo, que organiza eficazmente sus
ilustraciones y espacializa su información narrativa para fácil acceso.
"El aumentar el público lector del texto hace aumentar naturalmente su
poder, en este caso su poder de modelar la percepción de la historia
política reciente. Mi último ejemplo, el caso de la Biblia de Ginebra,
examina las maneras en que el añadido de aparatos para facilitar el
acceso también dirige y controla la interpretación, y aquí quizá las
analogías con el poder represivo del hipertexto estén más claras"
(102). (Con "el poder represivo del
hipertexto" se refiere Corns al hecho de que un hipertexto subraya por
el hecho mismo de establecer enlaces ciertas conexiones semánticas
sobre otras, y favorece un determinado trayecto ideológico de lectura.
Ahora bien, también podría llamarse el "poder constitutivo del
hipertexto" pues son dos caras de la misma moneda—es un debate éste
parecido al de aquéllos que hablan de la "tiranía de la narración"). Así por ejemplo, los índices
sobre los "principales acontecimientos" de la Biblia ya van
preordenados por una determinada interpretación, y a la vez que
organizan la información ya favorecen un determinado tipo de lectura.
Los debates sobre usabilidad y manipulación de la información pueden
por tanto remontarse al uso de cualquier tecnología textual, y en
concreto al desarrollo de sistemas de búsqueda no lineal como títulos,
referencias cruzadas, notas marginales, títulos y listas de contenidos,
índices temáticos. (A este
desarrollo del buscador "dentro del libro" habría que añadir por cierto
el desarrrollo concomitante de la información en los estantes y en las
bibliotecas—la organización de los libros según nuevos esquemas
conceptuales para la ordenación y manejo del conocimiento. Parte de ese
trabajo estaba hecho, claro, en forma de nuevos tipos de libro como por
ejemplo The Advancement of Learning de Bacon, y más adelante la
Encyclopédie).
"Los
textos complejos de la
modernidad temprana anticiparon en algunos sentidos los desarrollos y
problemáticas más recientes de los medios electrónicos, reflejando la
sensación que tenían sus productores de que el acceso no serial podría
a la vez hacer a los textos más manejables o usables, y también podría
modelar las maneras en que se usaban. Pero los fabricantes de estos
sistemas—desde los editores de la Biblia de Ginebra a los creadores de
programas de hipertexto—traen ventajas que merecen, si no miedo, sí
ciertamente una cierta prudencia, como percibió el astuto Jacobo I. La
facilidad de manejo puede pagarse a veces al precio de la libertad de
interpretación de los usuarios". (103)
(Se refiere a que Jacobo I prohibió
la inclusión de notas marginales explicativas en la biblia de 1611, la
"King James Bible", temiendo que se propagasen doctrinas sediciosas en
forma de anotación bíblica. Como se ve, la libertad del usuario siempre
tiene lugar en un marco legal y en el contexto que dan unas
posibilidades tecnológicas, pero la libertad no será garantizada ni por
los gobernantes ni por los editores y organizadores de información:
siempre requiere la propia interpretación singular y dialógica del
texto y de sus condicionantes formales y legales).
—oOo—
Andrew Hadfield,
Saberes nacionales e internacionales
Andrew Hadfield, "National and
International Knowledge: The Limits of the Histories of Nations." Cap.
7 del libro de reflexión retrofuturista The
Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday.
Traducción del resumen:
"Al
igual que en el Renacimiento, el conocimiento es [hoy en día] el
escenario de una confrontación entre fuerzas nacionales e
internacionales". El ensayo de Andrew Hadfield se ocupa de la medida en
que los teorizadores del postmodernismo y de la globalización que han
venido sosteniendo que las fronteras nacionales se están volviendo cada
vez más obsoletas bajo la presión de las "redes" informáticas de
conocimiento y de transmisión de datos, están, de hecho, reproduciendo
unas dicotomías que se hicieron visibles por primera vez en las
primeras etapas de la revolución de la imprenta. Entonces, como ahora,
se iniciaron ambiciosos proyectos diseñados para un consumo a gran
escala, en los que naciones y sociedades se comparaban unas con otras
en pos de una "indiferencia" imparcial, permitiendo someter a
escrutinio la ley, la religión, la organización social, las políticas
económicas, etc. Pero persistió el problema de que el "deseo de afirmar
lo particular" chocaba con un impulso contrario, el de "analizar lo
universal". La cultura de la imprenta prometía resolver esta
contradicción, de un modo semejante a como el ordenador moderno ha
prometido disolver los límites nacionales desfasados. Pero en este
esquema de cosas, ¿cómo explicar el hecho de que la identidad nacional
se ha visto, paradójicamente, representada con mayor énfasis todavía,
en el mundo moderno?
Hadfield se remite al fenómeno económico-cultural de la globalización,
y al análisis de la postmodernidad de Lyotard. A ello le enfrenta el
análisis de los efectos de la imprenta en el Renacimiento, según
Elizabeth Eisenstein, en The
Printing
Press as an Agent of Change. Arguye que "lo que destaca en
el análisis de Eisenstein es que la hegemonía creciente de la imprenta
no precipitó una transformación basada en un cambio de los medios de
producción intelectual, como sostendrían deterministas tecnológicos
como Walter Ong y Marshall McLuhan. Más bien, la inauguración de textos
impresos reproducibles de modo barato alteró las relaciones de
producción intelectual para siempre, sirviendo para agrandar algunas
cuestiones y problemas significativos, mientras que otros se fueron
desvaneciendo" (109). (No veo yo que
una cosa se contradiga con la otra, por cierto. El "determinismo" de
Ong y McLuhan no es absoluto, aunque quizá sí sea excesivo). Fukuyama
se compara a Lutero en su visión redentorista de un "fin de los
tiempos" asociado a la nueva era. Con respecto a Lutero,
paradójicamente, "Traducir la palabra de Dios a un idioma familiar
llevó a un auténtico Babel de voces y lenguas que amenazaba con
oscurecer la finalidad misma inicial de traducir el texto". La
imprenta potenció el nacionalismo pero puso asimismo de manifiesto la
no coincidencia entre las fronteras nacionales y las historias de los
pueblos. Se analizan los casos de Camden, Holinshed, Thomas
Churchyard, A Mirror for
Magistrates, y su relación con el nacionalismo. También The Faerie Queene de Spenser, que
Hadfield propone leer como un poema británico más que inglés. Asoma una
tensión entre el nacionalismo monárquico y "el proyecto de Gran
Bretaña".
"Tal
como lo veo, la imprenta hizo
mucho para poner en cuestión la lealtad monolítica a los grandes
proyectos imperiales, tanto como para apoyarlos. Queda por ver cuál
sera el efecto de las redes informáticas en la extensión y flujo de la
información, si se derrumbarán las fronteras por los nuevos sistemas
ante las comunidades imaginarias conectadas electrónicamente, o si
permitirán a los poderes existentes controlar a sus ciudadanos más
eficazmente". (116)
(Las dos cosas, en efecto. Un ejemplo
podría ser el efecto de Internet o Google sobre regímenes autoritarios
como los de Irán o China, y los esfuerzos de estos proyectos nacionales
por aislar en lo posible su propia red de influencias externas).
"Los
cambios tecnológicos
fundamentales que transforman la ordenación y las posibilidades de las
comunidades imaginarias se enfrentan inevitablemente a dos caminos, y
han de suponer un reto para cualquier narración simplista sobre
progreso inevitable" (116).
Así se extendieron la Reforma y el nacionalismo en la Europa
renacentista, asociados a la imprenta, con dinámicas cruzadas de mayor
intercambio internacional y mayor promoción de la cultura nacionalista;
el libro impreso difundió la cultura nacional, pero acabó con el
internacionalismo del latín.
"La
computerización también ha
afectado dramáticamente a la relación entre las comunidades nacionales
e internacionales, aunque el efecto directo haya sido quizá el de una
internacionalización creciente, junto con la reacción asociada a este
fenómeno. Queda por ver exáctamente qué efecto tendrá la ubicuidad de
los ordenadores sobre las sociedades en que vivimos."
—oOo—
Sarah Annes Brown,
Mitografía intertextual
Reseño aquí el capítulo "Arachne's
Web: Intertextual Mythography and the Renaissance Actaeon", de Sarah
Annes Brown, publicado en el libro de estudios mediáticos
retrofuturistas The
Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print
(ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"El ensayo de Sarah Annes Brown
trata sobre la metáfora de la 'red' o 'telaraña' (ver también los
ensayos de Sawday y Rhodes). Arguye que la metáfora de la tela de araña
se despliega originalmente en las diversas respuestas renacentistas a
las Metamorfosis de Ovidio. Los diversos "hilos" textuales se
entretejían, se yuxtaponían y se contrastaban en las enciclopedias de
mitología que se convirtieron en fuentes de exploración tanto artística
como poética en la primera era moderna. Sin embargo, muchas de estas
glosas, insospechadas para Ovidio, tienden a simplificar en exceso la
compleja red de conectividad sugestiva que desvela el propio texto.
Para una respuesta más matizada a Ovidio, Brown sugiere que nos
dirijamos a los poetas, en particular a Spenser y a Jonson. Muestra
cómo el lector renacentista habría encontrado, en las obras de estos
poetas, una respuesta textual a las complejidades de Ovidio que se
asemeja llamativamente a la función que en tiempos posteriores tendrían
los enlaces hipertextuales." (120; traducciones mías).
Un ensayo, por tanto, que asocia
intertextualidad e hipertextualidad—y sobre esta cuestión tengo que
remitir a mi propio ensayo "Linkterature:
From Word to Web".
Enfatiza
la autora la noción del trayecto de lectura, seguido de un enlace
inter/hiper/textual a otro, siendo el propio Ovidio quien estimula la
noción de posibles variantes o asociaciones, por ejemplo en el relato
de Arachne—o el de Acteón:
"El
final abierto del relato [de Acteón] lo convierte en un vehículo
particularmente significativo para discutir las prácticas
hipertextuales en el Renacimiento; el trayecto que elijamos tomar entre
los muchos elementos de la world wide web renacentista
referidos de algún modo a Acteón, determinará—o reflejará—nuestra
propia manera de responder al ambivalente relato de la muerte del
cazador en las Metamorfosis" (122).
Analiza la autora distintas
alusiones y variantes de la historia de Acteón en Spenser y en Jonson,
en el contexto de la compleja tradición clásica que servía al
Renacimiento como sistema de referencias y alusiones. Ejemplifica así
la idea central de su ensayo, a saber, que
"cada
texto renacentista puede considerarse como un nodo individual en el
seno de una red intertextual, que invita al lector a ramificarse por un
gran número de 'sitios de la red'—comentarios, grabados, emblemas,
canciones y poemas—pero sin necesidad de pulsar el botón de un ratón"
(128).
La
idea central es la capacidad de finura alusiva y de sugerencia que se
halla en la cultura clásica compartida por los humanistas—y es
recuperabla por lecturas críticas hoy que siguen el trayecto de una
línea de asociaciones específica.
"Aunque
la matriz del mito es sólo una de las muchas entradas al docuverso
renacentista, las Metamorfosis de Ovidio parece un portal
especialmente adecuado, porque además de tener una estructura fluida y
abierta, presenta un universo en el que la identidad personal es
múltiple y fracturada, en el que todas las fronteras, y no sólo
las textuales, son radicalmente inestables" (132).
—oOo—
Nonna Crook y Neil Rhodes,
Las Hijas de la Memoria: El Gunaikeion de Thomas Heywood y el
ordenador femenino
Reseño aquí el capítulo "The Daughters of Memory: Thomas Heywood's
Gunaikeion and the Female
Computer", de Nonna Crook y Neil Rhodes,
publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge
Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y
Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"El Gunaikeion
de Thomas
Heywood podría describirse como una
'enciclopedia de las mujeres' que alega hablar en nombre de las
mujeres, conservar sus memorias y sus historias. Heywood consideraba
que con ello proporcionaba un 'banco de memoria artificial' para las
mujeres, pero hay tal variedad de tipos distintos de historia que
atravesar (que van desde los relatos de las sibilas, pasando por
mujeres deformes, al conjunto de las Metamorfosis
de Ovidio condensado
en ocho páginas), que el texto de Heywood abraza voluntariamente la
discordia y la digresión en la organización de sus materiales. Nonna
Crook y Neil Rhodes proponen que este principio de (des-)organización
se aproxima al concepto moderno de enlaces hipertextuales, y supone por
tanto una desviación del mundo tradicionalmente masculinizado del
pensamiento 'lineal'. El 'ordenador femenino' de Heywood se anticipa al
impulso moderno que lleva a socavar las taxonomías tradicionales del
conocimiento heredadas de los siglos diecisiete a diecinueve: el
descentramiento y la desestabilización del conocimiento que parece ser
un rasgo tan característico de los métodos cibernéticos modernos de
almacenamiento, transmisión y búsqueda de información podría entenderse
como un problema al que Heywood se anticipó en esta obra notable, ahora
poco conocida (y menos aún entendida)." (135)
Heywood, que tuvo una larga carrera como escritor feminista, se vio
influido por las teorías historiográficas y educativas de Jean Bodin,
que aspiraban a la condensación y a la objetividad—pero sus materiales
se desbordan. Lo curioso es que esta enciclopedia de mujeres, el
Gunaikeion (es decir, el Gineceo), de 1624, que podría hoy
plantearse como una
obra de consulta, estaba pensada para su lectura secuencial. Pero
resulta ser una colección miscelánea y acumulativa, más parecida a un
libro de lugares comunes que a una historia u obra conceptualmente
organizada. Digresiones, historias, se acumulan (contra los preceptos
de Bodin), como si la variedad del tema ("la mujer") desbordase a
Heywood. Es curioso que Edward Phillips reimprimió este Gineceo en 1657 dándole
una orientación misógina.
Con los nuevos conceptos de conocimiento y ciencia de la modernidad,
pasó la obra, y su género, al olvido: la Royal Society favoreció un
enfoque más sistemático o
"mecánico" al conocimiento y al lenguaje: rechazaba el uso de imágenes
y metáforas de lo masculino y lo femenino para expresar el
conocimiento, así como la acumulación asistemática de disciplinas y el
bricolaje
intelectual. Los autores ven en el tipo de conocimiento premoderno que
ejemplifica Heywood un precedente de las actuales aproximaciones
"descentradas" a la generación de conocimiento, ejemplificadas por los
medios electrónicos, los
enlaces hipertextuales, y los encuentros
inesperados con la alteridad que favorecen estos medios, a veces con la
impresión de cacofonía y contradicción:
"Los
métodos de organización del conocimiento que se encuentran en
textos antiguos como el Gunaikeion
pueden estar más cercanos a los
conceptos actuales de tipo de conocimiento feminizado, que a los
basados en el modelo mecánico, y pueden ser nuevamente relevantes para
la tecnología emergente" (146)
La idea básica y el razonamiento de este
capítulo están en muy línea con los del anterior, "Arachne's Web", de
Sarah Annes Brown.
—oOo—
Anne Lake Prescott,
La Academia Francesa de Pierre de la
Primaudaye: Enciclopedizándose
Reseño
aquí el capítulo "Pierre de la Primaudaye's French
Academy: Growing Encyclopaedic", de Anne Lake Prescott,
publicado en el
libro de estudios mediáticos retrofuturistas The
Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print
(ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio
resumen,
"En
1577 apareció la primera parte de la enorme Académie Française de Pierre de La
Primaudaye. A lo largo de todo el final del siglo XVI, The French Academie (así se lo
conocía en Inglaterra) se expandió hasta el punto de llegar a
constituir una 'enciclopedia . . . de más o menos todas las cosas:
desde los tiranos a los árboles, de la naturaleza de los rubíes y otros
materiales, a la "belleza y provecho" del pecho femenino'. La Academia Francesa está a caballo en
mitad de un cambio en la concepción de lo que debería intentar
presentar un libro semejante: una descripción de los peces, por
ejemplo, incluye información sobre las sirenas, mientras que las causas
de la sedición política se presentan como hechos brutos, en lugar de
algo sometido a interpretación. Sólo ahora estamos recuperando
información sobre la manera en que los lectores renacentistas 'usaban'
la obra de La Primaudaye. Han sobrevivido varios ejemplares del texto
(en particular en la British Library y la Huntington Library) que
conservan las notas marginales de diversos lectores, tomadas mientras
trabajaban con la French Academie
para sus diversos propósitos. El trabajo de Anne Lake Prescott nos
muestra cómo en la primera era moderna, la organización del
conocimiento se hallaba sometida a una presión creciente, mucho antes
de que la "Nueva Filosofía" de la razón, en el siglo XVII, se volviese
hacia nuevas maneras de catalogar y por tanto indexar el mundo por
medio de la observación."
La Primaudaye, caballero hugonote al servicio de Henri III y Henri IV,
pretendía escribir una enciclopedia de la vida moral. La Suite de l'Académie Française se
publicó en 1580, y la traducción inglesa de Bowes en 1594. El libro III
en 1590, traducido por Dolman en 1601. Prescott comienza con una
analogía entre enciclopedias y ordenadores como organizadores de
información, y examina la ideología de la ordenación de la información
en La Primaudaye—por ejemplo su énfasis en relacionar siempre las
partes a un todo, en la teoría del microcosmos y el macrocosmos, unido
a la vez a un uso acumulativo de la información. Los temas frecuentes
de la unión de lo diverso por medio de estructuras de contención tienen
una dimensión política, en una época de guerras de religión—además de
una clara dimensión reflexiva sobre la organización de la propia obra.
Al contrario que la Anatomía de la Melancolía de
Burton, La Primaudaye expandía sucesivamente la obra pero con vistas a
una estructura ordenada, modelada según el orden de la Creación, hasta
que completó su última revisión. Todo presentado y mal contenido por el
marco una estructura convencional ampliamente desbordada, el diálogo
renacentista. A pesar del uso de un orden supuestamente lógico,
de índices preliminares, notas marginales, resúmenes, y citas de
autoridades, se echa de ver que los lectores echaban en falta más
aparato informativo y más organización, tal como índices de contenidos,
o anotaciones personales, añadidas a veces al margen. Estos métodos de
organización de la información se van desarrollando entre las ediciones
primeras y las más tardías y traducciones. Diversos instrumentos y
estrategias de "information retrieval" las llama Prescott, y fueron
desarrollándose en las obras de consulta impresas, y en los métodos de
catalogación bibliotecaria, como luego lo hicieron en informática.
—oOo—
Claire Preston,
En la selva de las formas: Ideas
y cosas en los gabinetes de
curiosidades de Thomas Browne
Reseño aquí el capítulo "In the Wilderness of Forms: Ideas and Things
in Thomas Browne's Cabinets of Curiosity", de Claire Preston, publicado
en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge
Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y
Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"Empleando
una analogía entre las operaciones de búsqueda electrónica y los
métodos de los curiosi estudiosos de la ciencia y de la Antigüedad en
la modernidad temprana, este ensayo nos muestra cómo los coleccionistas
del siglo diecisiete 'imponían estructura en el desconcierto aparente
del mundo de los fenómenos, buscando 'equivalencias' entre unos
elementos de estudio por lo demás misceláneos'. Los sistemas de
parecidos—patrones visuales que a nosotros nos pueden parecer meramente
fortuitos—se expresaban mediante una 'contigüidad horizontal o
vertical' en los
gabinetes y las ilustraciones
que tanto caracterizaron a la primera época de la era científica. En el
fondo, lo que impulsaba estos intentos de buscar un 'orden originario
del mundo' era una creencia de que la creación era coherente, y que la
tarea del estudioso era desvelar y exhibir esta coherencia perdida. El
ensayo de Claire Preston introduce estos temas de orden y de
contigüidad antes de centrar su atención en Sir
Thomas Browne (el 'arquetipo del curioso' por excelencia) que nos
ha legado en sus obras literarias (Urne-Buriall,
Pseudodoxia Epidemica y Religio
Medici)
el equivalente virtual, o intelectual, de los gabinetes del siglo XVII.
El ensayo explora la ordenación del conocimiento, asomándose al límite
de la reestructuración crucial de la experiencia que resultó de la
'revolución' científica de finales del siglo XVII." (170)
La cultura del coleccionismo
"El Arca de Noé fue la primera colección. Athanasius Kircher, el
jesuita del diecisiete cuyo museo era una de las maravillas de Roma,
reconoce implícitamente esto en Arca Noë (1675)." (171). Reconstruir
intelectualmente el orden de la Creación era para los estudiosos, como
para Noé, un acto de enmienda. "Thomas Browne era tanto un
coleccionista como un enciclopedista cuya misión baconiana era extraer
un sentido ordenado del rompecabezas del mundo, del cual obviamente
faltaban algunas de las piezas más importantes" (171). Mediante
diversos paradigmas taxonómicos (normalmente basados en la Gran
Cadena del Ser)
se organizaban y clasificaban los seres y los fenómenos naturales. Son
interesantes las ubicaciones dadas en los gabinetes a objetos borrosos
o ambiguos que desafían las clasificaciones: animales raros, fósiles, monstruos.
Las clasificaciones eran fluidas, variables, abiertas, arbitrarias,
basadas en analogías y antítesis: natural/artificial, normal/anormal,
animal/vegetal/mineral, raro/ordinario, etc.
Los gabinetes y museos renacentistas
Los hay con fines diversos: principescos, especializados, científicos,
enciclopedicos como el de Ole Worm. Tanto éste como su posterior
catálogo impreso siguen una taxonomía clásica ordenada,
artificial/natural, y dentro de estos mineral, vegetal, animal. La
disposición espacial refleja el orden conceptual y la valoración; las
excepciones y fenómenos raros se colocan entre unas y otras categorías.
Cada gabinete proponía su propia conceptualización, dentro de un orden
variado. P. ej. la colección de herramientas del Elector Augusto en
Dresde; John Bargrave en Canterbury tenía un interés literario,
clásico, curioso y limitado por sus menores medios. Foucault escribió
sobre esta episteme premoderna. Se buscan analogías e intencionalidades
en la naturaleza, rastros de un orden divino de la creación aun cuando
el sentido sea oscuro y casi ilegible. Según Preston,
"las
enciclopedias impresas y los gabinetes son funcionalmente parecidos.
Muchos gabinetes contenían bibliotecas además de objetos: una parte
significativa del museo Aldrovandi, por ejemplo, consistía en en 8.000
ilustraciones, una enorme colección de bloques de madera para
grabarlos, y 7000 plantas secas pegadas en 15 volúmenes, convirtiendo
parte del gabinete en una biblioteca o taller de impresión, y a los
libros mismos en agregados de objetos comparables a museos". (175)
—en fin, que los técnicas de impresión y de presentación del
conocimiento se combinaban de maneras experimentales y sin precedentes
en gabinetes y también en libros como la Micrographia de Hooke (1655).
Los gabinetes de curiosidades de
Thomas Browne
Mary Astell caricaturizaría estas excéntricas colecciones de los
"virtuosos"; también John Donne en su Catalogus
Librorum Aulicorum. Y Browne escribe su Musaeum Clausum
a modo de catálogo de objetos curiosos imposibles o perdidos, o
misterios de la historia, parodiando los aspectos más improbables o
desmedidos de los gabinetes. "La tercera categoría de Browne,
'Antigüedades y rarezas de diversas clases', imita muy claramente el
efecto de totum recopilatum
típico de principios de la época empirista, cuando las estructuras
organizativas del estudio de la naturaleza eran aún fluidas y se
prestaban a su reorganización" (177).
En su Catalogus, Donne
inventó lo que podría ser una parodia por anticipado de la Pseudodoxia Epidemica de Browne (o
sea, su Refutación de los errores
vulgares)— titulada "Quid
non? or, A Refutation of all the errors, past, present and future, not
only in Theology but in the other branches of knowledge, and the
technical Arts of all men dead, living, and as yet unborn",
parodia quizá del subtítulo de la Acanthologia
de Aldovandri, que se proclamaba como la Historia
universal de todas las cosas. Browne fue expandiendo su Pseudodoxia
a lo largo de 4 ediciones, organizando en el libro un Thesaurus mental
de conocimientos, a modo de gabinete impreso, que va de lo 'bajo' a lo
'alto' y del cosmos al microcosmos humano, antes de pasar a cosas
astronómicas y celestiales; la discusión del hombre en cuanto ser
natural está en el centro, y así "con el animal humano en el centro del
libro 4, el central de los 7, Browne sitúa simbólicamente a 'este
gran amphibium',
a la mayor de las anomalías, entre el mundo natural y el mundo de las
ideas" (179). En minerales, se pasa de los naturales a los
artificiales, de ahí a los equívocos, curiosos o ambiguos, y a la
simbología mineral.
Browne recoge elementos de sus lecturas dispersas y refleja así a la
vez el desorden del mundo y el anuncio de esa reordenación de las cosas
que se dará en el Juicio Final. Repasa los posibles paradigmas
explicativos para interpretar los misterios o excepciones, baraja
órdenes posibles. "Esto es un gabinete de ideas, es el Musaeum Brownianum"
(181). Son colecciones mentales y gestos de ordenación intelectual que
encuentran, o buscan, analogías entre los fenómenos del mundo, y en
esta operación mental de ordenación Browne busca o imita a Dios,
cuya voz devolverá al mundo su orden un día, reordenando "las partes de
minerales, plantas, animales, elementos . . . y
restos descompuestos . . . que se hallan dispersos entre la selva
de las formas" (Religio Medici).
Y nos dice además que busca no enterrar las curiosidades o saberes,
sino atesorarlos: es decir, no monopolizarlos, sino comunicarlos, crear
una comunidad de conocimiento.
Este capítulo de Preston tiene menos que ver con los ordenadores, y más
con la ordenación: los paradigmas interpretativos y la taxonomía. Para
complementar este tipo de aproximación a los gabinetes de curiosidades,
es muy interesante cotejarlos con los comentarios de Michel Foucault en
Las palabras y las cosas,
sobre la "episteme clásica" que precedió al desarrollo de la ciencia
moderna, y también con estudios relativos a la Gran Cadena del Ser,
como el de A. O. Lovejoy, La Gran Cadena del Ser, el de E. M. W.
Tillyard The Elizabethan World
Picture o El pequeño mundo
del hombre,
de Francisco Rico. En cuanto a gabinetes de curiosidades, todos
poseemos alguno a pequeña escala, ya sea ordenado o desordenado. Yo
tengo un trilobites, un hacha de mano de piedra pulimentada, un par de
primeras ediciones de clásicos, poca cosa es.
También tengo este blog, claro—el blog está entre los descendientes del
álbum, caja de recortes, y gabinete de curiosidades.
De
los gabinetes de la hornada clásica de Barroco, el más famoso de mis
alrededores era, tengo entendido, el de Lastanosa, en Huesca. Hace unos
años ví una exposición en la Diputación de Huesca donde se recreaba su
papel como humanista y gentilhombre polígrafo a mediados del XVII. La
mejor evocación de su recuerdo en la literatura está en el Criticón
de Baltasar Gracián (segunda parte, Crisi segunda). Es la de Salastano
una casa "donde parecía haber desembarcado la de Noé, teatro de
prodigios", a la que se llega "por un tan delicioso cuan dilatado
parque que coronaban frondosas plantas de Alcides, prometiéndole en sus
hojas, por símbolos de los días, eternidades de fama. Començaron a
registrar fragantes maravillas, toparon luego con el mismo laberinto de
azares, cárcel del secreto, amenaçando riesgos al que le halla y
evidentes al que le descubre". Hoy es el parque de Huesca; yo también
he
estado allí.
—oOo—
Neil Rhodes,
Redes articuladas: El sujeto
individual, el libro y el mundo
Reseño aquí el
capítulo "Articulate Networks: The Self, the Book and
the World", de Neil Rhodes, publicado en el libro de estudios
mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge
Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan
Sawday, 2000). Según su propio resumen,
"El
ensayo final de este volumen abre un nuevo ámbito de estudio: ¿cómo
pueden 'las transformaciones de las maneras en que el
conocimiento se organiza, se almacena y se transmite . . . tener
un impacto sobre nuestro sentido de la identidad individual'? Rhodes
arguye que un factor de la disolución de los elaborados sistemas de
correspondencias y analogías, tan fundamentales para las 'visiones del
mundo' tanto pre-renacentistas como renacentistas, resultó del impacto
del libro impreso. La historia habitual sobre el 'derrumbamiento' de un
antiguo sistema de organización del conocimiento cuenta que representó
una forma de fragmentación del entendimiento, y del sentido que
tenían los individuos de su propio lugar en el mundo: un derrumbamiento
con el que aún estamos aprendiendo a vivir. El ensayo contesta la
última parte de este aserto, defendiendo, en cambio, que hay 'maneras
en que el mundo digital [moderno] está invirtiendo este proceso
anterior de desintegración'. La 'articulación' es el núcleo del
problema, en el sentido de articulación que se refiere a la conexión de
estructuras (como en las articulaciones del esqueleto), y también a la
enunciación diferenciada del habla, controlada mediante una gramática
organizada. En su sentido latino, articulus también alude a un nudo, o
un nodo, una parte fundamental del diseño de una red. Refiriéndose a
las obras de Donne (en especial a sus Devociones),
el ensayo de Rhodes
medita sobre los sutiles procesos de transformación mediante los cuales
el mundo, el sujeto individual, el libro y el conocimiento, se
mantienen en equilibrio mutuo e inestable."
Empieza Rhodes hablando de los almanaques, publicación primitiva (lo
que me trae a la mente que aún se sigue publicando anualmente el
Almanaque Zaragozano),
compendio de calendario, información útil,
meteorología, astrología, consejos agrícolas, curiosidades,
instrucciones prácticas..... Se difundieron masivamente gracias a la
imprenta a mediados del XVI, aunque ya existían antes:
"Así pues, el almanaque es una versión del Ordenador Renacentista. De
hecho, sus predecesores son los muchos tratados de cálculo y
computación medievales derivados del Computus de
Beda el Venerable, que exponía datos astronómicos y meteorológicos"
(185). Vaya, nos encontramos con Beda el Venerable como uno de los
primeros computadores, u
ordenadores...
Muchos almanaques se combinaban con diario, al incluir páginas en
blanco para notas o a modo de agenda dietario—primeros precedentes,
quizá, del blog
de notas.
"De modo que el almanaque es paradójicamente, a la vez, un tipo de
libro que se reproducía en cantidades enormes según una fórmula
estandarizada, pero que también existe en miles de versiones únicas"
(186). El hombre zodiacal de los almanaques es un individuo "cableado",
wired, conectado al universo que lo rodea. Un ejemplo, el almanaque de
Digges en sus primeras ediciones difundía un modelo ptolomeico del
sistema solar; más adelante, uno copernicano. La imprenta ha diseminado
nuevos modelos de relaciones entre el individuo y el universo, nuevos
modelos de ubicación de constitución del sujeto, y "esta relación viene
mediatizada por formas cambiantes de textualidad, puesto que es a
través de esas formas como se produce nuestro conocimiento del yo y del
mundo" (187).
La noción de un orden universal basado en analogías o correspondencias
domina el universo premoderno. Por ejemplo así expresa la Mikrokosmographia de Helkiah Crooke
(1615) las relaciones entre el macrocosmos y el
microcosmos humano:
"The
admirable structure, and accomplished perfection of the body, carrieth
in it a representation of all the most glorious and perfect workes of
God, as being an Epitome or compend of the whole creation, by which he
is rather signified than expressed . . . For his body is, as it were, a
Magazine or Store-house of all the vertues and efficacies of all bodies
. . .The Divines call him Omnem
Creaturum, every creature, because he
is in power (in a manner) All things; not for matter and substance, as
Empedocles would have it, but Analogically by participation or
reception of the severall species or kinds of thinges" (187).
—ver para estas ideas la Literatura
Europea y la Edad Media latina de E. R. Curtius, o The Elizabethan World Picture de
Tillyard—y también el análisis de Michel Foucault en Las palabras y las cosas.
Señala Foucault que el mundo se percibía como organizado por una enorme
gramática, y que las relaciones entre las palabras y entre las cosas se
veían como estructuras correlativas: el conocimiento consistía en
relacionar una de esas gramáticas con la otra. Con el desarrollo de la
era científica, se concibieron nuevas maneras de clasificar y de
comunicar el conocimiento, y se
va desacreditando la Gran Cadena del Ser:
"nuevos tipos de texto enciclopédico aparecieron, junto con nuevas
taxonomías. Los métodos jerárquicos o concéntricos de organización
fueron desplazados por categorías científicas diferentes, o simplemente
sustituidos por la arbitrariedad de la alfabetización, un sistema de
referenciación que no estaba muy difundido antes de mediados del siglo
XVII" (189).
Si podemos hablar de las técnicas de la imprenta como "el ordenador de
Renacimiento" hay que señalar otro tipo de analogías que relacionan el
mundo digital de hoy con el mundo anterior a la imprenta, "revirtiendo
el anterior proceso de desintegración, restaurando lazos entre el yo y
el mundo que se cortaron en el siglo diecisiete" (189).
La noción de "articulación" por ejemplo sirve para conectar también los
mundos del lenguaje y del cuerpo. Crooke por ejemplo habla de la
"sintaxis" de los huesos, y de las articulaciones; es éste un término
que hacia 1600 se difunde en la filosofía natural, y que combina a la
vez conexión y separación. En gramática también se venía usando, por
ejemplo Santo Tomás de Aquino define los artículos y también la
articulación en el sentido de morfosintaxis, la combinación de partes
en una oración, "un sistema de distinción que produce interconexión"
(191), y usa como analogía las articulaciones del cuerpo; "el rasgo
crucial de la articulación es que es a la vez lo que nos hace a
nosotros y a las cosas distintos, y lo que nos conecta" (191). También
en la era digital, "La red, como el libro del mundo, nos conecta"
(192).
John Donne nos remitía al ser humano como libro, o como índice del
libro de Dios, y a la Anatomía como lectura. En un sermón dice que
"quien desea Imprimir un libro, mucho más debería desear, ser él mismo
un libro"—y en las Devotions upon
emergent occasions enfatiza la conectividad del hombre y el
mundo, "Ningún hombre es una isla". En el memorable soneto "O
to Vex Me",
la expresión de Donne diciendo que "mis mejores días son aquellos en
los que tiemblo de miedo" se remite a una expresión característica de
los almanaques, los días buenos o malos, favorables o
desfavorables.
En todas las Devotions de
Donne, se gira alrededor de la alternativa doble: el hombre es a la vez
un individuo diferenciado, y un ser conectado por todo tipo de
relaciones a los demás, "un
punto de una red universal"
(193); es "un texto que deja al lector con un sentimiento reforzado
tanto de la singularidad del yo individual, como de su desplazamiento"
(193). Recapitula la vieja filosofía analógica, pero es consciente de
la nueva ciencia, "y del nuevo aislamiento del yo que trata con tanta
fuerza de negar ('No man is an island')". A nosotros nos sucede al
revés: estamos acostumbrados a al yo individual, y la conexión en red
la vemos como una novedad.
A
los interesados en el espíritu retroprospectivo que anima esta
colección sobre El ordenador
renacentista, puedo recomendarles también estos títulos:
Bayard, Pierre. Demain est
écrit. (Paradoxe). Paris: Minuit, 2005. (Wilde, Kafka, Woolf…).
_____. Le plagiat par anticipation.
(Paradoxe). Paris: Minuit, 2009.
Bernstein, Michael André. Foregone
Conclusions: Against Apocalyptic History.
(Contraversions: Critical Studies in Jewish Literature, Culture, and
Society, 4. A Centennial Book). Berkeley: U of California P, 1994.
Butterfield, Herbert. The Whig
Interpretation of History. 1931. Harmondsworth: Penguin, 1973.
Culler, Jonathan. "Story and Discourse in the Analysis of Narrative."
In Culler, The Pursuit of Signs:
Semiotics, Literature, Deconstruction. London: Routledge and
Kegan Paul, 1981. 169-87.
Escola, Marc. "Le temps de l'histoire littéraire est-il réversible?" Fabula.org 15 Jan. 2009.
http://www.fabula.org/atelier.php?Le_temps_de_l%27histoire_litt%26eacute%3Braire_est-il_r%26eacute%3Bversible%3F
2009
_____. "Atelier de théorie littéraire: influence rétrospective."
Fabula.org 13 Feb. 2009.
http://www.fabula.org/atelier.php?Influence_r%26eacute%3Btrospective
2009
Freeman, Mark. Rewriting the Self:
History, Memory, Narrative. London: Routledge, 1993.
_____. Hindsight: The Promise and
Peril of Looking Backward. New York: Oxford UP, 2010.
Galef, David, ed. Second Thoughts: A
Focus on Rereading. Detroit: Wayne State UP, 1998.
García Landa, José Ángel. Objects in
the Rearview Mirror May Appear More Solid Than They Are: Retrospective
/ Retroactive Narrative Dynamics in Criticism. University of
Zaragoza, 2005-9. Online edition:
http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/garciala/publicaciones/retroretro.html
2010
_____. "Consiliencia y retrospección." Ibercampus (Vanity Fea) 16 Nov.
2009.
http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14473
2013
_____. "Retroperspectiva y perspicacia: El emergentismo crítico de
Polibio a Wilde." Academia 18 Aug. 2014.
https://www.academia.edu/8005626/
2014
Polkinghorne, Donald. Narrative
Knowing and the Human Sciences. (SUNY Series in Philosophy of
the Social Sciences). Albany (NY): SUNY Press, 1988.
Readings, Bill, and Bennet Schaber, eds. Postmodernism across the Ages: Essays for
a Postmodernity that Wasn't Born Yesterday. Syracuse: Syracuse
UP, 1993.
Otros pueden encontrarse en mi bibliografía, http://bit.ly/abiblio —en el listado
sobre "Retrospection".
—oOo—
García Landa, José Ángel. "El ordenador renacentista." Vanity Fea 6 July 2010. (Neil
Rhodes, Jonathan Sawday).
http://vanityfea.blogspot.com/2010/07/el-ordenador-renacentista.html
2010
_____. "El silencio del archivo y el
ruido del ciberespacio." Vanity Fea
14 Sept. 2010. (Leah Marcus).
http://vanityfea.blogspot.com/2010/09/el-archivo-y-el-ciberespacio.html
2010
_____. "Hacia el Ordenador Renacentista." Vanity Fea 15 Sept. 2010. (J.
Sawday).
http://vanityfea.blogspot.com/2010/09/hacia-el-ordenador-renacentista.html
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_____. "Del trivium al quadrivium (Timothy J. Reiss)." Vanity Fea 27 May 2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/05/del-trivium-al-quadrivium.html
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_____. "Iconos Textuales (Stephen Orgel)." Vanity Fea June 2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/06/iconos-textuales.html
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_____. "El buscador renacentista." Vanity
Fea 20 June 2011. (Thomas S. Corns).
http://vanityfea.blogspot.com/2011/06/el-buscador-renacentista.html
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_____. "Saberes nacionales e internacionales" Vanity Fea 4 July 2011. (Andrew
Hadfield).
http://vanityfea.blogspot.com/2011/07/saberes-nacionales-e-internacionales.html
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_____. "La red de Arachne: Mitografía intertextual (Sarah Annes
Brown)." Vanity Fea 14 Sept.
2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/reseno-aqui-el-capitulo-arachnes-web.html
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_____. "Las Hijas de la Memoria: El Gunaikeion de Thomas Heywood y el
ordenador femenino (Nonna Crook y Neil Rhodes)." Vanity Fea 23 Sept. 2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/las-hijas-de-la-memoria-el-gunaikeion.html
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_____. "La Academia Francesa de Pierre de La Primaudaye:
Enciclopedizándose." Vanity Fea
29 Sept. 2011. (Anne Lake Prescott).
http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/la-academia-francesa-de-pierre-de-la.html
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_____. "En la selva de las formas: Ideas y cosas en los gabinetes de
curiosidades de Thomas Browne (Claire Preston)." Vanity Fea 30 Sept. 2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/en-la-selva-de-las-formas-ideas-y-cosas.html
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_____. "Redes articuladas: El sujeto individual, el libro y el mundo
(Neil Rhodes)." Vanity Fea 6
Oct. 2011.
http://vanityfea.blogspot.com/2011/10/redes-articuladas-el-sujeto-individual.html
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—oOo—