Notas sobre El Ordenador Renacentista




José Angel García Landa
2010/2015
Universidad de Zaragoza
http://www.garcialanda.net




Notas sobre The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print, libro editado por Neil Rhodes y Jonathan Sawday (Routledge, 2000).




Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introduction: Paperworlds: Imagining the Renaissance Computer."

Leah S Marcus, "The Silence of the Archive and the Noise of Cyberspace." 18-28.
Jonathan Sawday, "Toward the Renaissance Computer." 29-44.
Timothy J. Reiss, "From Trivium to Quadrivium: Ramus, Method and Mathematical Technology." 45-58.
Stephen Orgel, "Textual Icons: Reading Early Modern Illustrations." 59-94.
Thomas S. Corns, "The Early Modern Search Engine: Indices, Title Pages, Marginalia and Contents." 95-105.

Andrew Hadfield, "National and International Knowledge: The Limits of the Histories of Nations." 106-19.
Sarah Annes Brown, "Arachne's Web: Intertextual Mythography and the Renaissance Actaeon." 120-34.
Nonna Crook y Neil Rhodes, "The Daughters of Memory: Thomas Heywood's Gunaikeion and the Female Computer." 135-56.
Anne Lake Prescott, "Pierre de La Primaudaye's French Academy: Growing Encyclopaedic." 157-69.
Claire Preston, "In the Wilderness of Forms. Ideas and Things in Thomas Browne's Cabinets of Curiosity." 170-83.
Neil Rhodes, "Articulate Networks: The Self, the Book and the World." 184-96.




Los editores de El Ordenador del Renacimiento: Tecnología del conocimiento en la Primera Época de la Imprenta, Neil Rhodes y Jonathan Sawday, presentan el libro con una recomendación de Stephen Greenblatt ("an exciting and adventurous book"), y con un planteamiento general de la cuestión, que traduzco. El paradigma es, digamos, McLuhaniano, en la línea de La Galaxia Gutenberg
—un antecedente importante son también las reflexiones de W. J. Ong sobre la imprenta al final de Orality and Literacy).


"En el siglo XV, la imprenta era la 'nueva tecnología'. La primera revolución informática empezó con la llegada del libro impreso, que permitió a los estudiosos del Renacimiento formular nuevas maneras de organizar y diseminar el conocimiento.

Para 1500 había ya veinte millones de libros circulando por Europa. ¿Cuál fue el impacto sobre nuestra manera de entender el mundo que tuvo esta enorme explosión en la circulación de textos e imágenes?

El Ordenador del Renacimiento examina el fascinante desarrollo de nuevos métodos de almacenamiento y búsqueda de información que tuvo lugar con la llegada de la letra impresa. Ahora que nos embarcamos en la segunda revolución de la información, un deslumbrante plantel de importantes expertos en cultura renacentista explora asuntos que hoy son significativamente urgentes; entre ellos:
- La contribución de las tecnologías del conocimiento a la formación de los estados y a la identidad nacional.
- el efecto de la multimedialidad, de la oralidad y de la memoria, en la educación.
- La importancia de la presentación visual de la información y de cómo los artefactos de búsqueda reflejan y dirigen las maneras de pensar."

Un breve índice traducido, antes de pasar a algunas notas sobre cada capítulo:

Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introducción. Mundos de papel. Imaginando el ordenador del Renacimiento."
Leah S. Marcus, "El silencio del archivo y el ruido del ciberespacio."
Jonathan Sawday, "Hacia el ordenador renacentista."
Timothy J. Reiss, "Del Trivium al Quadrivium: Ramus, el método, y la tecnología matemática."
Stephen Orgel, "Iconos textuales: Leyendo las ilustraciones de la primera Edad Moderna."

Thomas S. Corns, "El buscador de la primera Edad Moderna: Índices alfabéticos, páginas de título, marginalia, contenidos."
Andrew Hadfield, "Saberes nacionales e internacionales: Los límites de las historias de las naciones."
Sarah Annes Brown, "La Red de Aracne: La mitografía intertextual y el Acteón renacentista."
Renaissance Computer

Nonna Crook y Neil Rhodes, "Las Hijas de la Memoria: el Gunaikeion de Thomas Heywood y el Ordenador Femenino."
Anne Lake Prescott "La Academia Francesa de Pierre de La Primaudaye: Volviéndose enciclopédico."

Claire Preston. "En la selva de las formas: Ideas y cosas en los gabinetes de curiosidades de Thomas Browne."
Neil Rhodes, "Redes Articuladas: El Yo, el Libro y el Mundo."


Una adivinanza. Teniendo en cuenta que la portada reproduce una representación gr
áfica de una red de servidores y sitios web conectados entre sí, ¿por qué las letras de la palabra cOmPuTEr en el título tienen distinto tamaño? (Respuesta aquí: http://www.opte.org/history/).





Neil Rhodes y Jonathan Sawday,

Introducción. Mundos de papel. Imaginando el ordenador del Renacimiento


Neil Rhodes y Jonathan Sawday, "Introduction: Paperworlds: Imagining the Renaissance Computer." 1-17.

Se subestima con frecuencia el impacto que produjo la imprenta no sólo en la compra y distribución de libros, sino también en su producción. Antes, cada libro se encargaba en los copistas un poco "a medida": el contenido y forma de cada libro era "resultado de una negociación entre el productor y el consumidor" (2). Esto empezó a cambiar a partir del siglo XIII con la producción de libros de texto para los estudiantes universitarios—y la imprenta sería la transformación definitiva. Los libros habían sido ejemplares raros, únicos, personalizados por su amanuense y por las notas de sus usuarios."La nueva tecnología de la imprenta con capital intensivo de principios del siglos XVI podía reproducir réplicas casi libres de errores de un texto dado, una y otra vez" (4). Observan los autores la
prudencia y moderación de Lutero (lejos de presentarse como un revolucionario incendiario) cuando en lugar de imprimir sus tesis si más las sometió a debate en la Iglesia según el procedimiento escolástico establecido. Más bien se queja Lutero en una carta de 1518 a Christopher Scheurl de que no quería que circulasen tanto sus tesis, sino sólo entre unos pocos entendidos, hasta que fuesen aprobadas—y que con la imprenta se difunden y traducen por todas partes. Si damos esto por bueno, dicen los autores, sería "uno de los primeros ejemplos en que el medio se lleva la culpa del mensaje" (5). Pero inmediatamente se apunta Lutero al nuevo medio, y anuncia la próxima publicación de su Sermón sobre las Indulgencias y la Gracia (1518)—el primer best-seller, según Mark U. Edwards (Printing, Propaganda, and Martin Luther, 1994). "La gente está engañada", dice Lutero, y procede a desengañarla mediante el debate público y publicado. Observan Rhodes y Sawday: "No hay sugerencia ahora de dirigirse a un grupo elitista de académicos y de colegas eclesiásticos. Más bien, Lutero ha entendido que el medio, tanto como sus propias palabras, había creado un público, y que había que inventar ahora nuevas maneras de dirigirse a ese público" (6). La imprenta sería un importante medio de difusión de las ideas reformistas. Se hizo posible el desarrollo de las bibliotecas particulares, y personajes como Lutero se volvieron autores— autores vivos, o contemporáneos, hechos por el público lector, no autores pasados cuya autoridad derivaba de un lento proceso de filtrado educativo mediatizado por las autoridades. Se desarrolla así, con la prensas, el espacio de debate público característico de la mentalidad europea moderna.

Es un paso similar al que se dio hace poco con la difusión del ordenador personal y de la publicación personalizada. Hay analogías interesantes entre el desarrollo de las técnicas de uso
y búsqueda de información en una y otra época. De hecho ya antes de la imprenta habían empezado a desarrollarse instrumentos de "búsqueda" para permitir el acceso a la información: índices, listas de contenidos para los voluminosos códices. La misma forma del códice invitaba a "buscar" información de manera más manejable que la del rollo de pergamino.

"Pero fue la multiplicidad misma de los libros impresos la que rápidamente educó a sus lectores en cómo leer. El lector tenía que aprender a participar en la construcción de un texto, buscando en él de maneras que el autor podría no haber anticipado nunca, ligando juntas ideas que aparecen localizadas en partes diferentes de la obra, incluso comparando las ideas o textos que se encuentran en fuentes distintas con relativa facilidad. La mesa de trabajo del investigador moderno, atestada de hojas de papel y artefactos de escritura, desbordante de libros apilados unos sobre otros, había llegado" (7).

La página impresa pronto genralizó instrumentos como secciones y subsecciones, notas al pie o al margen, divisiones de párrrafos a veces en distinto tipo de letra para señalar jerar
quías informativas, claves para relacionar ilustraciones y letra impresa, etc. La llegada de la imprenta puede compararse a la creación de un nuevo sistema operativo para la transmisión y almacenamiento de ideas. La imprenta dio a los textos una fijeza que no tenían antes, para bien o para mal (Martin Davis, "Humanism in Script and Print"). La uniformidad establece nuevos protocolos de lectura, y enfrentarse a textos previos al desarrollo de la imprenta requiere dominar todo un universo de capacidades lectoras diferente. El orden alfabético, sin más, se desarrolló como consecuencia de la imprenta, aunque no se difundió como medio de organizar la información hasta el siglo XVII. Observa Tom MacArthur que en un principio el orden alfabético "debió parecer un orden perverso, inconexo y en última instancia carente de sentido, para hombres que estaban interesados en marcos bien definidos para contener todo tipo de conocimientos" (8-9).

"Las bases de datos del ordenador del Renacimiento son las grandes colecciones de conocimientos reunidas por los humanistas: los tesauros retóricos, diccionarios, mitologías, historias, atlas y cosmologías. Estos se pasaban a los impresores y emergían como 'enciclopedias', 'espejos', 'anatomías', 'teatros', 'digestos' y 'compendios', términos que proliferaron repentinamente en el siglo XVI" (9).

(—y que son efecto de la nueva tecnología, igual que los cibergéneros, blogs, foros, etc., lo son de la tecnología de la Web 2.0)

En The Faerie Queene de Spenser, la mente humana aparece retratada bajo la imagen de un viejo escritorio con pergaminos imperfectos y apolillados—No había en la época métodos fiables de indexación, búsqueda y ordenación de la información. Y en un universo que se percibe como fragmentado, cualquier imposición de orden, siquiera sea arbitrario, será bien
venido:

"Entonces, como ahora, la nueva tecnología parecía prometer la realización de ese viejo sueño de los escolásticos de amasar el conocimiento universal (omne scibile—todo lo que se puede saber) en una biblioteca infinita, pero la realidad era más dura de lograr" (9)

McLuhan y Ong ya estudiaron cada uno a su estilo la relación entre la era de la imprenta y la era electrónica, "planteando cuestiones que sólo ahora están empezando a ocupar un papel central en el debate académico en las humanidades" (9). Seguidos por D. F. McKenzie, Roger Chartier, etc. "La experiencia multimedia moderna a través del ordenador nos estimula a pensar de nuevo sobre las relaciones entre voz y escritura, texto e imagen en periodos anteriores" (10).

Ong llamó la atención sobre la reconceptualización del conocimiento, su presentación y transmisión en Petrus Ramus:


"no hay duda de que explotó las posibilidades de las formas visuales de la imprenta para crear maneras innovadoras de transmitir el conocimiento, y de que pedagógicamente su influencia fue inmensa. La idea del 'Método' de Ramus la adoptaron los impresores, de manera que hacia la segunda mitad del siglo XVI, mucho antes de que la adoptase Descartes, la palabra 'método' aparece más frecuentemente como parte del título de los libros, más aún que los familiares espejos, teatros y anatomías" (10)

A veces pasa desapercibida la manera en que la nueva tecnología también supone una perpetuación de la antigua, prolongando su vida. (Algo parecido sucede ahora en el caso de mi bibliografía—artefacto informático pero relativo a libros, tecnología pasada pero también presente, diseñada a caballo entre la letra impresa y la pantalla, en parte un resto del pasado superado, y también quizá una manera de ese pasado de perpetuarse en el ámbito de los nuevos medios. Este párrafo es especialmente adecuado al caso):


"El Ordenador del Renacimiento tiene así rostro de Jano, mirando a la vez hacia delante y hacia atrás. Prometiendo acceso a un nuevo medio de explorar y comprender el mundo, su tendencia, inicialmente, fue simplemente la de acumular catálogos en expansión permanente de todo lo que ya se conocía" (11)

—sólo más tarde pasaría a hacerse uso crítico y conectivo de esas acumulaciones de saber. Los renacentistas eran también medievales a su modo. La circulación de colecciones manuscritas de poesía continuó, por ejemplo durante doscientos años tras la invención de la imprenta. (Esto nos indicaría analógicamente que los libros impresos podrían durar, como forma marginal de distribución, hasta la segunda mitad del siglo XXII—más o menos).

Más notable aún, señalan los autores, la lección académica o conferencia ha sobrevivido hasta hoy, a las fotocopiadoras y al acceso en red a materiales de enseñanza.


"La era de la imprenta creó la era del libro como objeto fijo y texto estable (dentro de unos límites). Hoy, el ordenador y el hipertexto "están rápidamente deshaciendo esa idealización de la estabilidad, y están devolviéndonos a un tipo de textualidad que puede tener más en común con la era previa a la imprenta" (12).

—y se alteran los nexos creados por la estabilidad tecnológica previa: de producción, financiación, distribución, derechos, venta… En red no hay finales, todo es más colaborativo, interactivo. Donde sí se parecen las nuevas tecnologías de la imprenta y el ordenador es en la multiplicación del
volumen de la información—produciendo el peligro de la sobrecarga informativa: necesitaremos desarrollar técnicas, dicen Rhodes y Sawday, para enfrentarnos a la sobreabundancia (copia) y que ésta no nos empobrezca. La respuesta de los humanistas, en su momento, fue el desarrollo de un nuevo género, los libros de notas o de lugares comunes, como el De copia verborum atque rerum de Erasmo. Se organizaba temáticamente más bien que alfabéticamente, y era según Ann Moss un "sistema de recuperación de información" que respondía a "la explosión del conocimiento en forma de libros impresos a lo largo del siglo XVI" (13). (Podríamos comparar estos libros de lugares comunes a las misceláneas y collectanea varia que tienen algo de antepasados del blog personal—pues éste es, en cierto modo, el libro de lugares comunes o de anotaciones que corresponde al nuevo régimen de las comunicaciones en red. El blog como blog misceláneo de notas y de enlaces).

Como hoy el ordenador, la imprenta produjo una sensación a la vez de caos universal del la información, y de conexión o conectividad universal. En el Renacimiento proliferan los sistemas de analogías y correspondencias para ordenar e interpretar el mundo; según Montaigne "toutes choses se tiennent par quelque similitude", y hay una consciencia de una interconexión de sentido, con "el libro de la Naturaleza como un intertexto gigante de múltiples conexiones y alusiones" (13).
(Hoy, los enlaces hipertextuales parecen ofrecer una nueva versión de esa conectividad universal. Remito aquí a algunas reflexiones de mi artículo sobre intertextualidad e hipertextualidad, "Linkterature: from Word to Web").

"Los ensayos de este libro, pues, exploran la tecnología de los textos impresos en época temprana, para revelar cúantas de las funciones y efectos del ordenador contemporáneo se imaginaron, anticiparon o incluso se iban buscando mucho antes de la invención de la tecnología digital de los ordenadores modernos."

Hay en el proyecto de The Renaissance Computer una dosis inevitable (y quizá no indeseable) de distorsión
retrospectiva, pues evidentemente los esfuerzos preciber
néticos de los escritores e impresores del Renacimiento tienen un aspecto muy distinto hoy del que tenían para quienes estaban inmersos en ellos. Pero surgen de esta perspectiva retrospectiva unas dimensiones muy interesantes de las tecnologías de la textualidad y de la información de la primera Edad Moderna, y un cierto espejo en el que contemplarnos, y especular sobre lo que estamos haciendo, ordenando estos textos en este ordenador.






Leah S. Marcus,

El silencio del archivo y el ruido del ciberespacio



Reseño aquí el artículo "The Silence of the Archive and the Noise of Cyberspace", de Leah S. Marcus, publicado en The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen, Marcus explora en qué medida el ordenador cumple el viejo sueño de crear una "memoria enciclopédica". Nos proporciona funciones de memoria inauditas en otros tiempos, pero a la vez plantea problemas irritantes y familiares parecidos a los que se encontraron los usuarios de las tecnologías del conocimiento renacentistas. Como en sus esquemas memorísticos, el ordenador nos permite imaginar espacialmente el funcionamiento de la memoria, con sus sistemas de archivos, carpetas y sitios web, a la manera de los edificios mentales imaginarios que aparecen en obras renacentistas. Y también promete replicar en versión digital la textura ruidosa y parlanchina del encuentro entre lector y texto, previa a la hegemonía del "silencios de los archivos", característica de la letra impresa en la era moderna. Para Marcus, este silencio idealizado se ve reemplazado por una forma más activa, mutable y "ruidosa" de reproducción textual, y aparecen en este "ruido del ciberespacio" unas formas de relacionarse con el conocimiento anterior que son altamente teatrales y auditivas. Los blogs, entiendo, son una forma muy característica de esta textualidad típicamente ciberespacial, aunque su emergencia masiva sea posterior al artículo de Marcus.

En la textualidad electrónica del ordenador convergen la manipulabilidad y customizacigón individual del manuscrito previo a la imprenta, con la reproducibilidad masiva y el acceso a muchos textos que facilita la imprenta. También se parece, observa Marcus, al "florilegio" o miscelánea que permitía acceso rápido a materiales diversos a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento. Marcus observa cómo en los archivos en red modernos creamos nuestras propias versiones de los florilegios, a la vez contando con la exactitud de la imprenta y con el potencial de adaptación personal del manuscrito.

La imaginación asociada a la tecnología del conocimiento da lugar en el Renacimiento a invenciones curiosas que parecen querer llevar más allá las posibilidades de la letra impresa.
Así la máquina de leer de Agostino Ramelli (descrita e ilustrada en Le Diverse e Artificiose Machine de Capitano Agostino Ramelli, París, 1588), una especie de atril múltiple giratorio ren computerque permite al lector pasar de un libro a otro rápidamente... casi un antecedente, diríase, del Memex de Vannevar Bush, aunque, claro, no deja huellas del trayecto de lectura ni enlaces visibles en los libros.

La tradición psicológica y la mnemotécnica llevaban también a imaginar la mente como un espacio con diversas salas: hay abundantes ejemplos renacentistas, en el Pastime of Pleasure
de Stephen Hawes (1509) o el Mirrour of the World de Caxton de 1527. También la Mnemonica, sive Arte Reminiscendi de John Willis (1618); de estos artefactos mnemotécnicos habla Frances Yates. Las alegorías mnemotécnicas imaginan utópicamente algunas de las capacidades de acceso a la información que da hoy el ordenador. Otro ejemplo es L'an 2440 de Louis-Sébastien Mercier, 1771, en el que los sabios condensan el saber de una biblioteca en un pequeño libro. También el ordenador reposa sobre una conceptualización comparable:

"Como los sistemas de memoria artificial abogados por los rétores y filósofos naturalistas de la Edad Media y del Renacimiento, el ordenador equipado con Windows emplea imágenes llamativas o iconos que actúan como controles memorísticos para obtener acceso a bloques mayores de información; y como los anteriores sistemas, provoca en un principio asombro y maravilla en los usuarios, ante el aumento de capacidad que parece ofrecer a nuestro intelecto humano" (21, traduzco)

Esto dentro de las obvias diferencias que también reseña Marcus. Es difícil, dice, en una cultura inundada de imágenes como la nuestra, recrear el impacto de las escasas imágenes disponibles en la cultura de hace quinientos años. Pero la imprenta produjo un impacto similar en cierto modo al que hoy produce la informática, creando también sentimientos de alienación y rechazo a una cierta "inhumanidad" del medio: "D.F. McKenzie y Keith Thomas recogen muchos testimonios sobre alienación frente a la imprenta en la modernidad temprana, en particular cuando los lectores se encontraban con versiones impresas de materiales que con los que tenían previamente la 'experiencia viva' de la representación: obras de teatro, lecciones, y sermones" (22). El libro se concibió durante el primer siglo de la imprenta como una especie de vehículo de almacenamiento, como un disco de ordenador, "más bien que como un sustituto del cuerpo del autor" (22)—Roger Chartier dice que costó un tiempo conceptualizar al libro impreso como la imagen de su autor. Algo parecido a lo que sucede hoy con la necesaria parafernalia electrónica del texto electrónico. Preocupaba el desplazamiento de la inmediatez de la comunicación humana: "Tanto el primer siglo de la cultura impresa como nuestra cultura digital actual estaban preocupados por la imagen híbrida del humano que es también una máquina" (23); esto da lugar a imágenes peculiares en Shakespeare o Sidney. Sugiere Marcus que "esta hibridación entre el organismo humano y la tecnología (...) es característica de tiempos en los que un método tradicional de comunicación se ve amenazado por métodos nuevos y se ve gradualmente desplazado" (23). Y si hoy la presencia del autor en el libro se ve problematizada, quizá la erosión se deba al desarrollo de la comunicación en red.

Por su parte, el ordenador empieza a adquirir la personalización y presencia antes atribuidas a la letra impresa. (Una vez más, los blogs son un fenómeno muy característico a este respecto, aunque Marcus no los conocía todavía). Maquiavelo, o Milton, presentan la lectura como presencia fantasmal o espiritual del autor, conversación desplazada con él; y estos modos muy teatrales y auditivos de relacionarse con el saber escrito era más bien la regla que la excepción en esta época temprana de la imprenta. Esta interactividad vuelve hoy a través del ordenador:

"El ordenador y el ruidoso mundo del ciberespacio nos permiten recapturar parte de los elementos auditivos y sociables de la lectura y memoria renacentistas, los que el archivo y la biblioteca modernos han suprmido bajo el aviso de 'Silentium'." (27)

Incluso el contacto con la voz de los autores es posible, a través del desarrollo de los sistemas multimedia; "es imposible predecir las maneras en que se profundizará y cambiará nuestro conocimiento del pasado si nos adaptamos a la etraña práctica de oír además de ver nuestros archivos" (28)

Hasta aquí el artículo de Marcus, muy en la línea McLuhaniana que anima todo el volumen (siempre hay que volver a La Galaxia Gutenberg para estas cuestiones). Los desarrollos multimedia, como se sabe, han ido a más, y se han diversificado las experiencias multimedia en la red. Quizá el resultado más significativo sea un relativo arrinconamiento de la cultura archivística procedente del mundo de la imprenta, a pesar de la proliferación de repositorios y archivos digitales. En la dimensión digital perviven reencarnados, o mejor dicho desmaterializados, todos los fenómenos propios de la era de la imprenta y hasta del manuscrito: es posible examinar todos los pergaminos amarillos de Beowulf en red. Pero en esta explosión de información y textualidad pasan a tener preeminencia y prioridad los fenómenos propios, inéditos y característicos de la nueva era—con lo cual no quiero decir que la digitalización de la cultura impresa no sea propia, inédita y característica, entiéndaseme bien. Pero es la literatura en sí lo que se ve desplazado por un nuevo régimen de comunicaciones que sigue protocolos interaccionales diferentes—lo que Marcus llama "el ruido del ciberespacio".


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Jonathan Sawday,

Hacia el ordenador renacentista

calculus ratiocinator

Reseño aquí el artículo "Towards the Renaissance Computer", de Jonathan Sawday, publicado en The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,

"El ordenador moderno tiene una historia que se puede rastrear al menos hasta el siglo diecisiete, a los primeros intentos de conceptualizar el pensamiento a través de un proceso matemático. El ensayo de Jonathan Sawday nos muestra cuántos de los problemas asociados a la explosión informática de finales del siglo XX fueron anticipados de muchas maneras en la explosión similar que siguió a la 'revolución' de Gutenberg de mediados del siglo XV. Trabajando tanto hacia adelante, hacia Neuromante, la novela cyberpunk futurista de William Gibson) y hacia atrás por vía de Milton, Descartes, Hobbes, Leibniz, Donne, Browne, y Spenser, nos muestra cómo algunos de los términos lingüísticos clave que hemos comenzado a asociar con la cultura de los ordenadores (términos como red, matriz, web) tienen su momento fundador en la escritura de la modernidad temprana.

La máquina de razonar. Yendo más atrás, claro, la historia del ordenador se mezcla con la historia del cálculo y la medición—con la de los relojes, por ejemplo. El Adán de Milton es perversamente moderno al querer comprender la estructura de los cielos y calcular sus revoluciones. (Aquí aprovecho para recordar el satánico símbolo que figura en los ordenadores Apple, la manzana mordida... que no creo que sea la de Blancanieves, aunque quién sabe).

La calculadora de Pascal (1642), primer antecedente del ordenador, es coetánea de la redefinición cognitiva de Descartes, identificando al ser humano con "una cosa que piensa" (1641), definición racionalista. Y en De Corpore (1656) Hobbes va más allá, especificando que "By RATIOCINATION I mean computation". Está el terreno abonado para considerar a la mente una máquina de calcular, y también para la sátira de esta idea en un poema de Rochester (1674):

Hudled in dirt, the reas'ning Engine lyes
Who was so proud, so witty, and so wise.

En 1673, Leibniz había presentado una máquina de calcular, el calculus ratiocinator, ante la Royal Society; estaba basada en la de Pascal: pero apuntó Leibniz también que eventualmente "todas las verdades de la razón podrían reducirse a un tipo de cálculo". Es una idea insistente en la modernidad: el pensamiento como computación (y viceversa).

The Matrix
Así se inventa el término "ciberespacio" y se describe éste en Neuromante de William Gibson:

"Cyberspace. A consensual hallucination experienced by billions of legitimate operators, in every nation, by children being taught mathematical concepts. . . . A graphic representation of data abstracted from the banks of every computer in the human system. Unthinkable complexity. Lines of light ranged in the nonspace of the mind, clusters and constellations of data. Like city lights, receding . . . "

Para Sawday, "Reconocible también en la descripción de Gibson de la 'matrix' es la cualidad alucinatoria que tiene el surfear por la red— el sentido en el que el tiempo real se ha disuelto en un presente atemporal. La distancia, también, ha encogido" (32)

Aun en su estado todavía incipiente, la Red promete para Sawday "un sueño de conexión instantánea, infinita, entre personalidades en red cambiantes y transitorias" (32), una "fantasía de huída del cuerpo a una dimensión superior de la comunicación" (33) (Sobre lo ilusorio de estos sueños escribió Mark Dery, por cierto, un capítulo de Escape Velocity) —este sueño de una comunicación trascendental y espiritualizada es algo que también encontramos en la poesía renacentista y sus aspiraciones platónicas y de transcendencia. En Donne, por ejemplo, encontramos esto que yo relacionaría con otros apocalipsis de la comunicación total:

But up into the watch-towre get,
And see all things despoyl'd of fallacies:
Thou shalt not peepe though lattices of eyes,

Nor heare through Labyrinths of eares, nor learne
By circuit, or collections to discerne.
In heaven thou straight know'st all, concerning it,
printing press
And what concernes it not, shalt straight forget.
Thre thou (but in no other schoole) maist bee,
perchance, as learned, and as full as shee,
Shee who all libraries had thoroughly read
At home in her owne thoughts, and practisd
So much good as would make as many moore.

Este sueño de comunicación y conocimiento superior lo relaciona Sawday con la explosión de conocimiento generado por la imprenta y el Renacimiento; como en Gibson es un sueño de trascendencia a una dimensión superior del intelecto desmaterializado. Y, sobre la "matrix",
"En la imprenta, una vez se hubo efectuado la transferencia a tipos móviles o redistribuibles (al contrario de la impresión xilográfica), la 'matriz' era la hoja de metal blando en la cual se grababan o imprimían las letras" (34) y era así el generador de las múltiples copias subsiguientes. El témino "fuente" también sobrevive en informática.

La red maravillosa

("Los que tejen redes serán confundidos" - Isaías, XIX.9): Aracne, la araña, también renacentista, también en Neuromancer, y también por la web hoy en día. La araña es animal emblemático, traicionero y resentido, lleno de veneno. Pero la red aparece asociada en Donne a la captura del conocimiento, y para Browne en The Garden of Cyrus la estructura reticular es una especie de idea platónica que ser repite en diversos ámbitos. Más interesa a Sawday la rete mirabile, la red maravillosa, una noción procedente de Galeno y repetida por muchos anatomistas del Renacimiento, una red de interrelaciones que comunica todo el interior del ser humano ... aunque nadie la había visto (por la descripción que da Sawday, parece una anticipación o intuición de la existencia del sistema nervioso que conecta todo el cuerpo humano al cerebro). De la misma manera, arguye, las representaciones visuales etc. que hoy damos de Internet son ficciones de la representación, para ayudarnos a entender procesos complejos.

Los trabajos de Hércules

Esta sección del artículo está centrada en los Adagios de Erasmo de Rotterdam y su crecimiento desbordante en sucesivas ediciones. Sobre Erasmo y lo que él llamaba sus Trabajos de Hércules ya hablé en otro post anterior, a cuenta de los míos propios. La idea central de Sawday es cómo ya en los primeros tiempos de la imprenta se echó de ver una limitación, la manera en que la impresión fijaba los textos, aunque estos siguiesen creciendo a la manera de los Adagios. Erasmo parece pedir un instrumento de tratamiento de textos más elástico y modificable, algo que no llegaría hasta la aparición de los ordenadores. El ensayo concluye con una descripción de los Adagios de Erasmo a principios del siglo XVI, en los cuales se puede echar de ver que ya aparecía la necesidad de algo que tuviese menos fijeza que la cultura impresa.


Conclusión: Replicabilidad

El binarismo de las clasificaciones de Ramus, en el Renacimiento, también anuncia una manera de pensar que será favorable a la revolución conceptual que nos llevaría a los ordenadores. Lo que el Renacimiento contribuyó al ordenador es para Sawday sobre todo la replicabilidad, "la facilidad para crear copias instantáneas e indistinguibles de la materia, materiales, palabras, incluso cuerpos" (42). "La replicabilidad fue invención del Renacimiento, y también es, claro, parte integral de nuestro propio instrumento de replicación y transmisión instantánea: el ordenador" (42).

(Como se puede ver en Orality and Literacy de Ong, la replicabilidad ya está inherente en las tecnologías de la escritura y la textualidad, aun antes de pasar a la fase de la imprenta. Especialmente, quizá, por lo que de analítico y combinatorio tiene, en la escritura alfabética. Y los procesos de producción serial, antes de llegar a los libros "idénticos" del Renacimiento, o al montaje en cadena de Ford, también van asociados a circunstancias más antiguas... pensemos en la producción de armas y equipamiento para los soldados del imperio romano, por ejemplo, o de ánforas idénticas para el almacenamiento y comercio. Quizá nos tengamos que remontar hasta la tecnología de las bifaces, en la cuestión de la replicabilidad. Pero entrando en el detalle de las tecnologías de las comunicaciones, naturalmente que supuso la imprenta primero, y la informática luego, una revolución en la cuestión de la replicabilidad).

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Timothy J. Reiss,

Del Trivium al Quadrivium

Timothy J. Reiss, "From Trivium to Quadrivium: Ramus, Method, and Mathematical Technology." Cap. 4 del libro de reflexión retrofuturista The Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday. Traducción del resumen:

En este ensayo de revisión, Timothy J. Reiss explora la supuesta influencia del despliegue de diagramas visuales para procesar la información que llevó a cabo Ramus. Argumentando contra Ong y McLuhan sobre este punto (ver la introducción de los editores), Reiss muestra cómo los conceptos matemáticos asociados con el "quadrivium" (la enseñanza de la aritmética, la geometría, la música y la astronomía) reemplazaron al mundo de base lingüística asociado con el "trivium" (gramática, retórica y lógica) en el pensamiento de Ramus. Dicho de otro modo, este importante filósofo y teorizador de la pedagogía del siglo dieciséis supuso el paso de una cultura basada en la palabra a otra en la que rigen los conceptos abstractos de la lógica matemática: un paso que, se ha sostenido, es similar al que conlleva el desarrollo de los ordenadores modernos. En palabras del propio Reiss, la conclusión es que Ramus y otros creían que serían capaces de "computar conocimientos nuevos de maneras que... sin embargo proporcionasen
lulltoda la seguridad que pudiese proporcionar una máquina de cálculo ordenada de modo invariable".

Recuerda Reiss que Ramus no extrajo sus innovaciones diagramáticas y visuales de la nada, sino de la tradición aristotélica, y muy particularmente de los desarrollos introducidos por Ramón Llull y sus seguidores, p. ej. Charles Bovelles, que a principios del XVI imprimió esquemas binarios al estilo de Llull.

El estudio semántico escolástico había llevado a una relación de regresión infinita entre las relaciones de palabras y conceptos y cosas, sin posibilidad de un punto final para asentar el conocimiento. Examina Reiss las sucesivas publicaciones de Ramus, en las que pretendía establecer un Método según el cual podrían atribuirse a palabras y conceptos significados seguros y firmes basados en una razón universal y en particulares comprensibles.  Antonio de Gouvea y otros criticaron los métodos de Ramus, diciendo que podía esto llevar a una exposición racional, pero no a descubrir racionalmente nuevos conocimientos. (Y de hecho a Ramus se le prohibió oficialmente enseñar dialéctica y filosofía).  Pero Ramus pretendía reducir a método también el Trivium. Publicó una gramática de categorías, protoestructuralista podríamos decir, basada en oposiciones binarias, y se puso el objetivo de definir nuevos conocimientos por deducción racional y metódica. Es una subversión del aristotelismo: Aristóteles había dicho que "la detallada precisión de las matemáticas no ha de exigirse en todos los casos" sino sólo en cosas inmateriales. Ramus se separó de las artes del trivium, que veía limitadas a la comunicación, y como Melanchton, Alessandro Piccolomini, y otros, asoció lógica y matemáticas.

"En los años 1550 y 1560, cada vez más escritores veían algún tipo de interreferencia mutua entre las matemáticas, el orden de las palabras, y el orden de las cosas" (53)

Bovelles, Jacques Pelletier du Mans, etc. Ramus fue más lejos, atribuyendo una racionalidad natural de naturaleza silogística también a los animales (que no hablan: o sea, lógica y lenguaje siguen órdenes independientes). Se impondrá la noción de que la comprensión de las cosas, y el lenguaje del descubrimiento, es un lenguaje racional expresable con la lógica y las matemáticas.

"Ramus ayudó a sentar las bases de una idea de la aritmética y la lógica como modelos para, y destilación de, el lenguaje natural. Las primeras descubrían, el segundo enseñaba.  La idea de que semejante lógica matemática se hallaba en el núcleo del lenguaje natural seguiría siendo una fantasma del pensamiento europeo al menos hasta la Begriffschrift de Gottlob Frege en 1879. La idea de que también se hallaba en el núcleo de la naturaleza fundaba el optimismo de la ciencia natural instrumental." (55)

A lo que dice Reiss podríamos añadir que la lingüística moderna dominante en el siglo XX, entendiendo por ella el estructuralismo y el generativismo, tiene una inspiración lógico-matemática similar, y una fe comparable en el método y (claro) en los diagramas visuales y binarismos.

La influencia de Ramus se extendió a los estudios computacionales del matemático John Napier (Mirifici logarithmorum canonis descriptio, 1614)—la ida de reducir la geometría a la aritmética continuaba el proyecto de Ramus de reducción racional de las ciencias a una base lógico-matemática. "Logistica est ars bene computandi", decía Napier—y en la misma palabra "logaritmo", logos y aritmética, tenemos vemos claramente esa fusión de palabra, pensamiento, concepto y aritmética, que está en la base de la inteligencia artificial hoy en día. Las tablas de logaritmos fueron un avatar más de esas calculadoras, que aparecieron en forma de libro, antes de la llegada del ordenador.

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Stephen Orgel,

Iconos textuales



Stephen Orgel, "Textual Icons: Reading Early Modern Illustrations." Cap. 5 del libro de reflexión retrofuturista The Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday. Traducción del resumen:


"La práctica de la ilustración de libros", escribe Stephen Orgel, "se ha venido tratando de manera muy fructífera en el contexto de la historia de la imrpesión. Pero también es un aspecto de la lectura". Tomando el papel del lector como punto de partida, Orgel procede a interrogar aquellas imágenes e ilustraciones de libros de la primera época moderna que parecen constituir una alocución directa al lector y que, paradójicamente, pueden parecer contestar o incluso contradecir el "mensaje" del texto escrito. Desplazándose por los frontispicios e ilustraciones de diversos libros famosos de la época moderna temprana (por ej. las Workes de Ben Jonson, el Cosmological Glasse de Cunningham, la Practical Music de Morley, etc.), el ensayo explora el desarrollo de nuevas tecnologías de reproducción, preguntando a la vez cómo "leían" y comprendían esas imágenes los lectores contemporáneos a ellas. La conclusión de Orgel es que, una vez estudiamos la función de estas imágenes, empezamos a comprender que "el libro Renacentista era no tanto un producto como un proceso": el proceso mediante el cual el "libro" en lugar del "texto" se convierte en un objeto de fascinación y consumo en sí mismo. (59)

Es curiosa la manera en que las ilustraciones renacentistas parecen poco funcionales, inapropiadas, o ilógicas. Curiosamente, en lugar de "explicar", requieren bastante conocimiento previo para ser entendidas ellas mismas; por ejemplo en la Biblia pauperum, la comprensión de los grabados "requiere conocimiento detallado no sólo de las Escrituras, sino también de los principios de exégesis bíblica" (60).


Los emblemas de Alciato curiosamente se originaron como descripciones verbales de imágenes alegóricas, no como ilustraciones. Estas se añadieron más adelante.
images

En sus Workes,
Jonson se presenta no mediante su imagen, no aparece, sino con una representación alegórica de su drama, con las figuras que representan su relación a la historia y una serie de posibilidades genéricas. Y su comentario al Folio de Shakespeare desviaba la atención de la ilustración del retrato del autor, hacia las obras.

Es difícil saber hasta qué punto los lectores extraían información de las ilustraciones de obras que parecen plantear dificultades y oscuridades, o se repiten y reciclan, como en obras de Sidney, Boccaccio, Spencer, Biondi... Quizá lo mismo con las ilustraciones de Chaucer en Caxton, son menos características que los personajes de Chaucer. Para Orgel, tienen que ver menos con el texto de Chaucer que con el libro mismo que las presenta, y con la historia de su producción. A Chaucer curiosamente se le siguió dando un aire arcaico en tipo de letra en las sucesivas reediciones. En las ediciones de Shakespeare del XVII también se aprecia un deseo de replicar no sólo los textos sino la presentación impresa del libro original. Volviendo a Jonson, en 1716 Tonson produce una edición en 6 volúmenes, pero el orden de los textos y las ilustraciones se refieren más a la propia producción de Jonson como libros en el siglo anterior, que a las obras mismas de Jonson: "derivan su autoridad, su poder de significar, de la historia de la impresión, de la construcción de los folios del siglo anterior" (69).




Thomas N. Corns,
El Buscador Renacentista

Reseño aquí el capítulo "The Early Modern Search Engine: Indices, Title Pages, Marginalia and Contents", de Thomas N. Corns, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,
comenius


"Thomas Corns examina varios textos (entre ellos un poema topográfico, un libro de viajes, una traducción bíblica y un tratado político) para mostrar cómo el concepto informático moderno de "acceso aleatorio" se vio anticipado por los autores y editores de la primera modernidad, ansiosos de huir de la "serialidad" de los documentos escritos. El ensayo explora algunos de los rasgos de los textos computerizados actuales (como mapas y diagramas interactivos, estructuras de bases de datos, etiquetas SGLM, etc) en un intento de descubrir sus equivalentes renacentistas, y de mostrar cómo los editores e impresores del primer siglo de la imprenta ya eran conscientes de las complejas cuestiones planteadas por las variadas interfaces para el usuario." (95)

Internet no podría navegarse sin buscadores y organizadores de información, señala Corns, y "gran parte del poder de las nuevas tecnologías se basa en sus prestaciones de acceso no serial" (95).

(De hecho, podríamos decir que a pesar de los éxitos de los primeros buscadores como Mosaic y Altavista, Yahoo era el rey de la red en el siglo XX: y Yahoo era en origen un índice o directorio hipertextual. La información de la red se volvió realmente usable a nivel masivo con Google, que es un término no indexado todavía en el libro de Rhodes y Sawday. Aún recuerdo la diferencia que supuso no tener que buscar en los resultados de los buscadores, puesto que era el propio buscador quien organizaba (por fin) la información según su relevancia. Para esa historia, ver mi reseña sobre Google y The Search).

En libros como Coryat's Crudities (1611) se exploran nuevas estrategias de organización de la información, por ejemplo relacionando ilustraciones y texto de maneras novedosas. Así, "algunas obras literarias renacentistas, normalmente de tipo vanguardista, reconocían las limitaciones de los textos planos y de la transmisión serial de información, ofreciendo en su lugar nuevas modalidades de acceso, formas más espaciales de pensar y de leer, y de relacionar un nivel de discurso con otros niveles" (97). Se anticipa por medio de la relación entre ilustraciones, listas, índices y texto, un tipo de hipertextualidad. Es un tipo de usabilidad que pudo contribuir al éxito de Eikon Basilike, por ejemplo, que organiza eficazmente sus ilustraciones y espacializa su información narrativa para fácil acceso.

"El aumentar el público lector del texto hace aumentar naturalmente su poder, en este caso su poder de modelar la percepción de la historia política reciente. Mi último ejemplo, el caso de la Biblia de Ginebra, examina las maneras en que el añadido de aparatos para facilitar el acceso también dirige y controla la interpretación, y aquí quizá las analogías con el poder represivo del hipertexto estén más claras" (102). (Con "el poder represivo del hipertexto" se refiere Corns al hecho de que un hipertexto subraya por el hecho mismo de establecer enlaces ciertas conexiones semánticas sobre otras, y favorece un determinado trayecto ideológico de lectura. Ahora bien, también podría llamarse el "poder constitutivo del hipertexto" pues son dos caras de la misma moneda—es un debate éste parecido al de aquéllos que hablan de la "tiranía de la narración"). Así por ejemplo, los índices sobre los "principales acontecimientos" de la Biblia ya van preordenados por una determinada interpretación, y a la vez que organizan la información ya favorecen un determinado tipo de lectura. Los debates sobre usabilidad y manipulación de la información pueden por tanto remontarse al uso de cualquier tecnología textual, y en concreto al desarrollo de sistemas de búsqueda no lineal como títulos, referencias cruzadas, notas marginales, títulos y listas de contenidos, índices temáticos. (A este desarrollo del buscador "dentro del libro" habría que añadir por cierto el desarrrollo concomitante de la información en los estantes y en las bibliotecas—la organización de los libros según nuevos esquemas conceptuales para la ordenación y manejo del conocimiento. Parte de ese trabajo estaba hecho, claro, en forma de nuevos tipos de libro como por ejemplo The Advancement of Learning de Bacon, y más adelante la Encyclopédie).


"Los textos complejos de la modernidad temprana anticiparon en algunos sentidos los desarrollos y problemáticas más recientes de los medios electrónicos, reflejando la sensación que tenían sus productores de que el acceso no serial podría a la vez hacer a los textos más manejables o usables, y también podría modelar las maneras en que se usaban. Pero los fabricantes de estos sistemas—desde los editores de la Biblia de Ginebra a los creadores de programas de hipertexto—traen ventajas que merecen, si no miedo, sí ciertamente una cierta prudencia, como percibió el astuto Jacobo I. La facilidad de manejo puede pagarse a veces al precio de la libertad de interpretación de los usuarios". (103)

(Se refiere a que Jacobo I prohibió la inclusión de notas marginales explicativas en la biblia de 1611, la "King James Bible", temiendo que se propagasen doctrinas sediciosas en forma de anotación bíblica. Como se ve, la libertad del usuario siempre tiene lugar en un marco legal y en el contexto que dan unas posibilidades tecnológicas, pero la libertad no será garantizada ni por los gobernantes ni por los editores y organizadores de información: siempre requiere la propia interpretación singular y dialógica del texto y de sus condicionantes formales y legales).

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Andrew Hadfield,

Saberes nacionales e internacionales



Andrew Hadfield, "National and International Knowledge: The Limits of the Histories of Nations." Cap. 7 del libro de reflexión retrofuturista The Renaissance Computer, ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday.
Traducción del resumen:

"Al igual que en el Renacimiento, el conocimiento es [hoy en día] el escenario de una confrontación entre fuerzas nacionales e internacionales". El ensayo de Andrew Hadfield se ocupa de la medida en que los teorizadores del postmodernismo y de la globalización que han venido sosteniendo que las fronteras nacionales se están volviendo cada vez más obsoletas bajo la presión de las "redes" informáticas de conocimiento y de transmisión de datos, están, de hecho, reproduciendo unas dicotomías que se hicieron visibles por primera vez en las primeras etapas de la revolución de la imprenta. Entonces, como ahora, se iniciaron ambiciosos proyectos diseñados para un consumo a gran escala, en los que naciones y sociedades se comparaban unas con otras en pos de una "indiferencia" imparcial, permitiendo someter a escrutinio la ley, la religión, la organización social, las políticas económicas, etc. Pero persistió el problema de que el "deseo de afirmar lo particular" chocaba con un impulso contrario, el de "analizar lo universal". La cultura de la imprenta prometía resolver esta contradicción, de un modo semejante a como el ordenador moderno ha prometido disolver los límites nacionales desfasados. Pero en este esquema de cosas, ¿cómo explicar el hecho de que la identidad nacional se ha visto, paradójicamente, representada con mayor énfasis todavía, en el mundo moderno?printing press

Hadfield se remite al fenómeno económico-cultural de la globalización, y al análisis de la postmodernidad de Lyotard. A ello le enfrenta el análisis de los efectos de la imprenta en el Renacimiento, según Elizabeth Eisenstein, en The Printing Press  as an Agent of Change. Arguye que "lo que destaca en el análisis de Eisenstein es que la hegemonía creciente de la imprenta no precipitó una transformación basada en un cambio de los medios de producción intelectual, como sostendrían deterministas tecnológicos como Walter Ong y Marshall McLuhan. Más bien, la inauguración de textos impresos reproducibles de modo barato alteró las relaciones de producción intelectual para siempre, sirviendo para agrandar algunas cuestiones y problemas significativos, mientras que otros se fueron desvaneciendo" (109). (No veo yo que una cosa se contradiga con la otra, por cierto. El "determinismo" de Ong y McLuhan no es absoluto, aunque quizá sí sea excesivo). Fukuyama se compara a Lutero en su visión redentorista de un "fin de los tiempos" asociado a la nueva era. Con respecto a Lutero, paradójicamente, "Traducir la palabra de Dios a un idioma familiar llevó a un auténtico Babel de voces y lenguas que amenazaba con oscurecer la finalidad misma inicial de traducir el texto".  La imprenta potenció el nacionalismo pero puso asimismo de manifiesto la no coincidencia entre las fronteras nacionales y las historias de los pueblos.  Se analizan los casos de Camden, Holinshed, Thomas Churchyard, A Mirror for Magistrates, y su relación con el nacionalismo. También The Faerie Queene de Spenser, que Hadfield propone leer como un poema británico más que inglés. Asoma una tensión entre el nacionalismo monárquico y "el proyecto de Gran Bretaña".


"Tal como lo veo, la imprenta hizo mucho para poner en cuestión la lealtad monolítica a los grandes proyectos imperiales, tanto como para apoyarlos. Queda por ver cuál sera el efecto de las redes informáticas en la extensión y flujo de la información, si se derrumbarán las fronteras por los nuevos sistemas ante las comunidades imaginarias conectadas electrónicamente, o si permitirán a los poderes existentes controlar a sus ciudadanos más eficazmente". (116)

(Las dos cosas, en efecto. Un ejemplo podría ser el efecto de Internet o Google sobre regímenes autoritarios como los de Irán o China, y los esfuerzos de estos proyectos nacionales por aislar en lo posible su propia red de influencias externas).


"Los cambios tecnológicos fundamentales que transforman la ordenación y las posibilidades de las comunidades imaginarias se enfrentan inevitablemente a dos caminos, y han de suponer un reto para cualquier narración simplista sobre progreso inevitable" (116).

Así se extendieron la Reforma y el nacionalismo en la Europa renacentista, asociados a la imprenta, con dinámicas cruzadas de mayor intercambio internacional y mayor promoción de la cultura nacionalista; el libro impreso difundió la cultura nacional, pero acabó con el internacionalismo del latín.


"La computerización también ha afectado dramáticamente a la relación entre las comunidades nacionales e internacionales, aunque el efecto directo haya sido quizá el de una internacionalización creciente, junto con la reacción asociada a este fenómeno. Queda por ver exáctamente qué efecto tendrá la ubicuidad de los ordenadores sobre las sociedades en que vivimos."


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Sarah Annes Brown,

Mitografía intertextual


Reseño aquí el capítulo "Arachne's Web: Intertextual Mythography and the Renaissance Actaeon", de Sarah Annes Brown, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,

"El ensayo de Sarah Annes Brown trata sobre la metáfora de la 'red' o 'telaraña' (ver también los ensayos de Sawday y Rhodes). Arguye que la metáfora de la tela de araña se despliega originalmente en las diversas respuestas renacentistas a las Metamorfosis de Ovidio. Los diversos "hilos" textuales se entretejían, se yuxtaponían y se contrastaban en las enciclopedias de mitología que se convirtieron en fuentes de exploración tanto artística como poética en la primera era moderna. Sin embargo, muchas de estas glosas, insospechadas para Ovidio, tienden a simplificar en exceso la compleja red de conectividad sugestiva que desvela el propio texto. Para una respuesta más matizada a Ovidio, Brown sugiere que nos dirijamos a los poetas, en particular a Spenser y a Jonson. Muestra cómo el lector renacentista habría encontrado, en las obras de estos poetas, una respuesta textual a las complejidades de Ovidio que se asemeja llamativamente a la función que en tiempos posteriores tendrían los enlaces hipertextuales." (120; traducciones mías).

Un ensayo, por tanto, que asocia intertextualidad e hipertextualidad—y sobre esta cuestión tengo que remitir a mi propio ensayo "Linkterature: From Word to Web"

Enfatiza la autora la noción del trayecto de lectura, seguido de un enlace inter/hiper/textual a otro, siendo el propio Ovidio quien estimula la noción de posibles variantes o asociaciones, por ejemplo en el relato de Arachne—o el de Acteón:

"El final abierto del relato [de Acteón] lo convierte en un vehículo particularmente significativo para discutir las prácticas hipertextuales en el Renacimiento; el trayecto que elijamos tomar entre los muchos elementos de la world wide web renacentista referidos de algún modo a Acteón, determinará—o reflejará—nuestra propia manera de responder al ambivalente relato de la muerte del cazador en las Metamorfosis" (122).

 Analiza la autora distintas alusiones y variantes de la historia de Acteón en Spenser y en Jonson, en el contexto de la compleja tradición clásica que servía al Renacimiento como sistema de referencias y alusiones. Ejemplifica así la idea central de su ensayo, a saber, que


"cada texto renacentista puede considerarse como un nodo individual en el seno de una red intertextual, que invita al lector a ramificarse por un gran número de 'sitios de la red'—comentarios, grabados, emblemas, canciones y poemas—pero sin necesidad de pulsar el botón de un ratón" (128).

La idea central es la capacidad de finura alusiva y de sugerencia que se halla en la cultura clásica compartida por los humanistas—y es recuperabla por lecturas críticas hoy que siguen el trayecto de una línea de asociaciones específica.

"Aunque la matriz del mito es sólo una de las muchas entradas al docuverso renacentista, las Metamorfosis de Ovidio parece un portal especialmente adecuado, porque además de tener una estructura fluida y abierta, presenta un universo en el que la identidad personal es múltiple y fracturada, en el que todas las fronteras, y no sólo las textuales, son radicalmente inestables" (132).

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Nonna Crook y Neil Rhodes,

Las Hijas de la Memoria: El Gunaikeion de Thomas Heywood y el ordenador femenino



Reseño aquí el capítulo "The Daughters of Memory: Thomas Heywood's Gunaikeion and the Female Computer", de Nonna Crook y Neil Rhodes, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,



"El Gunaikeion de Thomas Heywood podría describirse como una 'enciclopedia de las mujeres' que alega hablar en nombre de las mujeres, conservar sus memorias y sus historias. Heywood consideraba que con ello proporcionaba un 'banco de memoria artificial' para las mujeres, pero hay tal variedad de tipos distintos de historia que atravesar (que van desde los relatos de las sibilas, pasando por mujeres deformes, al conjunto de las Metamorfosis de Ovidio condensado en ocho páginas), que el texto de Heywood abraza voluntariamente la discordia y la digresión en la organización de sus materiales. Nonna Crook y Neil Rhodes proponen que este principio de (des-)organización se aproxima al concepto moderno de enlaces hipertextuales, y supone por tanto una desviación del mundo tradicionalmente masculinizado del pensamiento 'lineal'. El 'ordenador femenino' de Heywood se anticipa al impulso moderno que lleva a socavar las taxonomías tradicionales del conocimiento heredadas de los siglos diecisiete a diecinueve: el descentramiento y la desestabilización del conocimiento que parece ser un rasgo tan característico de los métodos cibernéticos modernos de almacenamiento, transmisión y búsqueda de información podría entenderse como un problema al que Heywood se anticipó en esta obra notable, ahora poco conocida (y menos aún entendida)." (135)gunaikeion



Heywood, que tuvo una larga carrera como escritor feminista, se vio influido por las teorías historiográficas y educativas de Jean Bodin, que aspiraban a la condensación y a la objetividad—pero sus materiales se desbordan. Lo curioso es que esta enciclopedia de mujeres, el Gunaikeion (es decir, el Gineceo), de 1624, que podría hoy plantearse como una obra de consulta, estaba pensada para su lectura secuencial. Pero resulta ser una colección miscelánea y acumulativa, más parecida a un libro de lugares comunes que a una historia u obra conceptualmente organizada. Digresiones, historias, se acumulan (contra los preceptos de Bodin), como si la variedad del tema ("la mujer") desbordase a Heywood. Es curioso que Edward Phillips reimprimió este Gineceo en 1657 dándole una orientación misógina.

Con los nuevos conceptos de conocimiento y ciencia de la modernidad, pasó la obra, y su género, al olvido: la Royal Society favoreció un enfoque más sistemático o "mecánico" al conocimiento y al lenguaje: rechazaba el uso de imágenes y metáforas de lo masculino y lo femenino para expresar el conocimiento, así como la acumulación asistemática de disciplinas y el bricolaje intelectual. Los autores ven en el tipo de conocimiento premoderno que ejemplifica Heywood un precedente de las actuales aproximaciones "descentradas" a la generación de conocimiento, ejemplificadas por los medios electrónicos, los enlaces hipertextuales, y los encuentros inesperados con la alteridad que favorecen estos medios, a veces con la impresión de cacofonía y contradicción:


"Los métodos de organización del conocimiento que se encuentran en textos antiguos como el Gunaikeion pueden estar más cercanos a los conceptos actuales de tipo de conocimiento feminizado, que a los basados en el modelo mecánico, y pueden ser nuevamente relevantes para la tecnología emergente" (146)

La idea básica y el razonamiento de este capítulo están en muy línea con los del anterior, "Arachne's Web", de Sarah Annes Brown.

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Anne Lake Prescott,

La Academia Francesa de Pierre de la Primaudaye: Enciclopedizándose




Reseño aquí el capítulo "Pierre de la Primaudaye's French Academy: Growing Encyclopaedic", de Anne Lake Prescott, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,


"En 1577 apareció la primera parte de la enorme Académie Française de Pierre de La Primaudaye. A lo largo de todo el final del siglo XVI, The French Academie (así se lo conocía en Inglaterra) se expandió hasta el punto de llegar a constituir una 'enciclopedia . . . de más o menos todas las cosas: desde los tiranos a los árboles, de la naturaleza de los rubíes y otros materiales, a la "belleza y provecho" del pecho femenino'. La Academia Francesa está a caballo en mitad de un cambio en la concepción de lo que debería intentar presentar un libro semejante: una descripción de los peces, por ejemplo, incluye información sobre las sirenas, mientras que las causas de la sedición política se presentan como hechos brutos, en lugar de algo sometido a interpretación. Sólo ahora estamos recuperando información sobre la manera en que los lectores renacentistas 'usaban' la obra de La Primaudaye. Han sobrevivido varios ejemplares del texto (en particular en la British Library y la Huntington Library) que conservan las notas marginales de diversos lectores, tomadas mientras trabajaban con la French Academie para sus diversos propósitos. El trabajo de Anne Lake Prescott nos muestra cómo en la primera era moderna, la organización del conocimiento se hallaba sometida a una presión creciente, mucho antes de que la "Nueva Filosofía" de la razón, en el siglo XVII, se volviese hacia nuevas maneras de catalogar y por tanto indexar el mundo por medio de la observación."

La Primaudaye, caballero hugonote al servicio de Henri III y Henri IV, pretendía escribir una enciclopedia de la vida moral. La Suite de l'Académie Française se publicó en 1580, y la traducción inglesa de Bowes en 1594. El libro III en 1590, traducido por Dolman en 1601. Prescott comienza con una analogía entre enciclopedias y ordenadores como organizadores de información, y examina la ideología de la ordenación de la información en La Primaudaye—por ejemplo su énfasis en relacionar siempre las partes a un todo, en la teoría del microcosmos y el macrocosmos, unido a la vez a un uso acumulativo de la información. Los temas frecuentes de la unión de lo diverso por medio de estructuras de contención tienen una dimensión política, en una época de guerras de religión—además de una clara dimensión reflexiva sobre la organización de la propia obra. Al contrario que la Anatomía de la Melancolía de Burton, La Primaudaye expandía sucesivamente la obra pero con vistas a una estructura ordenada, modelada según el orden de la Creación, hasta que completó su última revisión. Todo presentado y mal contenido por el marco una estructura convencional ampliamente desbordada, el diálogo renacentista.  A pesar del uso de un orden supuestamente lógico, de índices preliminares, notas marginales, resúmenes, y citas de autoridades, se echa de ver que los lectores echaban en falta más aparato informativo y más organización, tal como índices de contenidos, o anotaciones personales, añadidas a veces al margen. Estos métodos de organización de la información se van desarrollando entre las ediciones primeras y las más tardías y traducciones. Diversos instrumentos y estrategias de "information retrieval" las llama Prescott, y fueron desarrollándose en las obras de consulta impresas, y en los métodos de catalogación bibliotecaria, como luego lo hicieron en informática.



Las Hijas de la Memoria

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Claire Preston,

En la selva de las formas: Ideas y cosas en los gabinetes de curiosidades de Thomas Browne



Reseño aquí el capítulo "In the Wilderness of Forms: Ideas and Things in Thomas Browne's Cabinets of Curiosity", de Claire Preston, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,


"Empleando una analogía entre las operaciones de búsqueda electrónica y los métodos de los curiosi estudiosos de la ciencia y de la Antigüedad en la modernidad temprana, este ensayo nos muestra cómo los coleccionistas del siglo diecisiete 'imponían estructura en el desconcierto aparente del mundo de los fenómenos, buscando 'equivalencias' entre unos elementos de estudio por lo demás misceláneos'. Los sistemas de parecidos—patrones visuales que a nosotros nos pueden parecer meramente fortuitos—se expresaban mediante una 'contigüidad horizontal o vertical' en los gabinetes y las ilustraciones que tanto caracterizaron a la primera época de la era científica. En el fondo, lo que impulsaba estos intentos de buscar un 'orden originario del mundo' era una creencia de que la creación era coherente, y que la tarea del estudioso era desvelar y exhibir esta coherencia perdida. El ensayo de Claire Preston introduce estos temas de orden y de contigüidad antes de centrar su atención en Sir Thomas Browne (el 'arquetipo del curioso' por excelencia) que nos ha legado en sus obras literarias (Urne-Buriall, Pseudodoxia Epidemica y Religio Medici) el equivalente virtual, o intelectual, de los gabinetes del siglo XVII. El ensayo explora la ordenación del conocimiento, asomándose al límite de la reestructuración crucial de la experiencia que resultó de la 'revolución' científica de finales del siglo XVII." (170)


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La cultura del coleccionismo


"El Arca de Noé fue la primera colección. Athanasius Kircher, el jesuita del diecisiete cuyo museo era una de las maravillas de Roma, reconoce implícitamente esto en Arca Noë (1675)." (171). Reconstruir intelectualmente el orden de la Creación era para los estudiosos, como para Noé, un acto de enmienda. "Thomas Browne era tanto un coleccionista como un enciclopedista cuya misión baconiana era extraer un sentido ordenado del rompecabezas del mundo, del cual obviamente faltaban algunas de las piezas más importantes" (171). Mediante diversos paradigmas taxonómicos (normalmente basados  en la Gran Cadena del Ser) se organizaban y clasificaban los seres y los fenómenos naturales. Son interesantes las ubicaciones dadas en los gabinetes a objetos borrosos o ambiguos que desafían las clasificaciones: animales raros, fósiles, monstruos. Las clasificaciones eran fluidas, variables, abiertas, arbitrarias, basadas en analogías y antítesis: natural/artificial, normal/anormal, animal/vegetal/mineral, raro/ordinario, etc.

Los gabinetes y museos renacentistas

Los hay con fines diversos: principescos, especializados, científicos, enciclopedicos como el de Ole Worm. Tanto éste como su posterior catálogo impreso siguen una taxonomía clásica ordenada, artificial/natural, y dentro de estos mineral, vegetal, animal. La disposición espacial refleja el orden conceptual y la valoración; las excepciones y fenómenos raros se colocan entre unas y otras categorías. Cada gabinete proponía su propia conceptualización, dentro de un orden variado. P. ej. la colección de herramientas del Elector Augusto en Dresde; John Bargrave en Canterbury tenía un interés literario, clásico, curioso y limitado por sus menores medios. Foucault escribió sobre esta episteme premoderna. Se buscan analogías e intencionalidades en la naturaleza, rastros de un orden divino de la creación aun cuando el sentido sea oscuro y casi ilegible. Según Preston,


"las enciclopedias impresas y los gabinetes son funcionalmente parecidos. Muchos gabinetes contenían bibliotecas además de objetos: una parte significativa del museo Aldrovandi, por ejemplo, consistía en en 8.000 ilustraciones, una enorme colección de bloques de madera para grabarlos, y 7000 plantas secas pegadas en 15 volúmenes, convirtiendo parte del gabinete en una biblioteca o taller de impresión, y a los libros mismos en agregados de objetos comparables a museos". (175)

—en fin, que los técnicas de impresión y de presentación del conocimiento se combinaban de maneras experimentales y sin precedentes en gabinetes y también en libros como la Micrographia de Hooke (1655).

Los gabinetes de curiosidades de Thomas Browne

Mary Astell caricaturizaría estas excéntricas colecciones de los "virtuosos"; también John Donne en su Catalogus Librorum Aulicorum. Y Browne escribe su Musaeum Clausum a modo de catálogo de objetos curiosos imposibles o perdidos, o misterios de la historia, parodiando los aspectos más improbables o desmedidos de los gabinetes. "La tercera categoría de Browne, 'Antigüedades y rarezas de diversas clases', imita muy claramente el efecto de totum recopilatum típico de principios de la época empirista, cuando las estructuras organizativas del estudio de la naturaleza eran aún fluidas y se prestaban a su reorganización" (177).

En su Catalogus, Donne inventó lo que podría ser una parodia por anticipado de la Pseudodoxia Epidemica de Browne (o sea, su Refutación de los errores vulgares)— titulada "Quid non? or, A Refutation of all the errors, past, present and future, not only in Theology but in the other branches of knowledge, and the technical Arts of all men dead, living, and as yet unborn", parodia quizá del subtítulo de la Acanthologia de Aldovandri, que se proclamaba como la Historia universal de todas las cosas. Browne fue expandiendo su Pseudodoxia a lo largo de 4 ediciones, organizando en el libro un Thesaurus mental de conocimientos, a modo de gabinete impreso, que va de lo 'bajo' a lo 'alto' y del cosmos al microcosmos humano, antes de pasar a cosas astronómicas y celestiales; la discusión del hombre en cuanto ser natural está en el centro, y así "con el animal humano en el centro del libro 4, el central de los 7, Browne sitúa simbólicamente a 'este gran amphibium', a la mayor de las anomalías, entre el mundo natural y el mundo de las ideas" (179). En minerales, se pasa de los naturales a los artificiales, de ahí a los equívocos, curiosos o ambiguos, y a la simbología mineral.

Browne recoge elementos de sus lecturas dispersas y refleja así a la vez el desorden del mundo y el anuncio de esa reordenación de las cosas que se dará en el Juicio Final. Repasa los posibles paradigmas explicativos para interpretar los misterios o excepciones, baraja órdenes posibles. "Esto es un gabinete de ideas, es el Musaeum Brownianum" (181). Son colecciones mentales y gestos de ordenación intelectual que encuentran, o buscan, analogías entre los fenómenos del mundo, y en esta operación mental de ordenación Browne busca o imita  a Dios, cuya voz devolverá al mundo su orden un día, reordenando "las partes de minerales, plantas, animales, elementos . . . y restos descompuestos . . . que se hallan dispersos entre la selva de las formas" (Religio Medici). Y nos dice además que busca no enterrar las curiosidades o saberes, sino atesorarlos: es decir, no monopolizarlos, sino comunicarlos, crear una comunidad de conocimiento.

Este capítulo de Preston tiene menos que ver con los ordenadores, y más con la ordenación: los paradigmas interpretativos y la taxonomía. Para complementar este tipo de aproximación a los gabinetes de curiosidades, es muy interesante cotejarlos con los comentarios de Michel Foucault en Las palabras y las cosas, sobre la "episteme clásica" que precedió al desarrollo de la ciencia moderna, y también con estudios relativos a la Gran Cadena del Ser, como el de A. O. Lovejoy, La Gran Cadena del Ser, el de E. M. W. Tillyard The Elizabethan World Picture o El pequeño mundo del hombre,
de Francisco Rico. En cuanto a gabinetes de curiosidades, todos poseemos alguno a pequeña escala, ya sea ordenado o desordenado. Yo tengo un trilobites, un hacha de mano de piedra pulimentada, un par de primeras ediciones de clásicos, poca cosa es.

También tengo este blog, claro—el blog está entre los descendientes del álbum, caja de recortes, y gabinete de curiosidades.


De los gabinetes de la hornada clásica de Barroco, el más famoso de mis alrededores era, tengo entendido, el de Lastanosa, en Huesca. Hace unos años ví una exposición en la Diputación de Huesca donde se recreaba su papel como humanista y gentilhombre polígrafo a mediados del XVII. La mejor evocación de su recuerdo en la literatura está en el Criticón de Baltasar Gracián (segunda parte, Crisi segunda). Es la de Salastano una casa "donde parecía haber desembarcado la de Noé, teatro de prodigios", a la que se llega "por un tan delicioso cuan dilatado parque que coronaban frondosas plantas de Alcides, prometiéndole en sus hojas, por símbolos de los días, eternidades de fama. Començaron a registrar fragantes maravillas, toparon luego con el mismo laberinto de azares, cárcel del secreto, amenaçando riesgos al que le halla y evidentes al que le descubre". Hoy es el parque de Huesca; yo también he estado allí.


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Neil Rhodes,

Redes articuladas: El sujeto individual, el libro y el mundo


Reseño aquí el capítulo "Articulate Networks: The Self, the Book and the World", de Neil Rhodes, publicado en el libro de estudios mediáticos retrofuturistas The Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print (ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio resumen,


"El ensayo final de este volumen abre un nuevo ámbito de estudio: ¿cómo pueden  'las transformaciones de las maneras en que el conocimiento se organiza, se almacena y se transmite . . .  tener un impacto sobre nuestro sentido de la identidad individual'? Rhodes arguye que un factor de la disolución de los elaborados sistemas de correspondencias y analogías, tan fundamentales para las 'visiones del mundo' tanto pre-renacentistas como renacentistas, resultó del impacto del libro impreso. La historia habitual sobre el 'derrumbamiento' de un antiguo sistema de organización del conocimiento cuenta que representó una forma de fragmentación del entendimiento, y  del sentido que tenían los individuos de su propio lugar en el mundo: un derrumbamiento con el que aún estamos aprendiendo a vivir. El ensayo contesta la última parte de este aserto, defendiendo, en cambio, que hay 'maneras en que el mundo digital [moderno] está invirtiendo este proceso anterior de desintegración'. La 'articulación' es el núcleo del problema, en el sentido de articulación que se refiere a la conexión de estructuras (como en las articulaciones del esqueleto), y también a la enunciación diferenciada del habla, controlada mediante una gramática organizada. En su sentido latino, articulus también alude a un nudo, o un nodo, una parte fundamental del diseño de una red. Refiriéndose a las obras de Donne (en especial a sus Devociones), el ensayo de Rhodes medita sobre los sutiles procesos de transformación mediante los cuales el mundo, el sujeto individual, el libro y el conocimiento, se mantienen en equilibrio mutuo e inestable."


Empieza Rhodes hablando de los almanaques, publicación primitiva (lo que me trae a la mente que aún se sigue publicando anualmente el Almanaque Zaragozano), compendio de calendario, información útil, meteorología, astrología, consejos agrícolas, curiosidades, instrucciones prácticas..... Se difundieron masivamente gracias a la imprenta a mediados del XVI, aunque ya existían antes:

"Así pues, el almanaque es una versión del Ordenador Renacentista. De hecho, sus predecesores son los muchos tratados de cálculo y computación medievales derivados del Computus de Beda el Venerable, que exponía datos astronómicos y meteorológicos" (185). Vaya, nos encontramos con Beda el Venerable como uno de los primeros computadores, u ordenadores...

Muchos almanaques se combinaban con diario, al incluir páginas en blanco para notas o a modo de agenda dietario—primeros precedentes, quizá, del blog de notas. "De modo que el almanaque es paradójicamente, a la vez, un tipo de libro que se reproducía en cantidades enormes según una fórmula estandarizada, pero que también existe en miles de versiones únicas" (186). El hombre zodiacal de los almanaques es un individuo "cableado", wired, conectado al universo que lo rodea. Un ejemplo, el almanaque de Digges en sus primeras ediciones difundía un modelo ptolomeico del sistema solar; más adelante, uno copernicano. La imprenta ha diseminado nuevos modelos de relaciones entre el individuo y el universo, nuevos modelos de ubicación de constitución del sujeto, y "esta relación viene mediatizada por formas cambiantes de textualidad, puesto que es a través de esas formas como se produce nuestro conocimiento del yo y del mundo" (187).

La noción de un orden universal basado en analogías o correspondencias domina el universo premoderno. Por ejemplo así expresa la Mikrokosmographia de Helkiah Crooke (1615) las relaciones entre el macrocosmos y el microcosmos humano:


"The admirable structure, and accomplished perfection of the body, carrieth in it a representation of all the most glorious and perfect workes of God, as being an Epitome or compend of the whole creation, by which he is rather signified than expressed . . . For his body is, as it were, a Magazine or Store-house of all the vertues and efficacies of all bodies . . .The Divines call him Omnem Creaturum, every creature, because he is in power (in a manner) All things; not for matter and substance, as Empedocles would have it, but Analogically by participation or reception of the severall species or kinds of thinges" (187).

—ver para estas ideas la Literatura Europea y la Edad Media latina de E. R. Curtius, o The Elizabethan World Picture de Tillyard—y también el análisis de Michel Foucault en Las palabras y las cosas. Señala Foucault que el mundo se percibía como organizado por una enorme gramática, y que las relaciones entre las palabras y entre las cosas se veían como estructuras correlativas: el conocimiento consistía en relacionar una de esas gramáticas con la otra. Con el desarrollo de la era científica, se concibieron nuevas maneras de clasificar y de comunicar el conocimiento, y se va desacreditando la Gran Cadena del Ser: "nuevos tipos de texto enciclopédico aparecieron, junto con nuevas taxonomías. Los métodos jerárquicos o concéntricos de organización fueron desplazados por categorías científicas diferentes, o simplemente sustituidos por la arbitrariedad de la alfabetización, un sistema de referenciación que no estaba muy difundido antes de mediados del siglo XVII" (189).connecting thoughts

Si podemos hablar de las técnicas de la imprenta como "el ordenador de Renacimiento" hay que señalar otro tipo de analogías que relacionan el mundo digital de hoy con el mundo anterior a la imprenta, "revirtiendo el anterior proceso de desintegración, restaurando lazos entre el yo y el mundo que se cortaron en el siglo diecisiete" (189).

La noción de "articulación" por ejemplo sirve para conectar también los mundos del lenguaje y del cuerpo. Crooke por ejemplo habla de la "sintaxis" de los huesos, y de las articulaciones; es éste un término que hacia 1600 se difunde en la filosofía natural, y que combina a la vez conexión y separación. En gramática también se venía usando, por ejemplo Santo Tomás de Aquino define los artículos y también la articulación en el sentido de morfosintaxis, la combinación de partes en una oración, "un sistema de distinción que produce interconexión" (191), y usa como analogía las articulaciones del cuerpo; "el rasgo crucial de la articulación es que es a la vez lo que nos hace a nosotros y a las cosas distintos, y lo que nos conecta" (191). También en la era digital, "La red, como el libro del mundo, nos conecta" (192).

John Donne nos remitía al ser humano como libro, o como índice del libro de Dios, y a la Anatomía como lectura. En un sermón dice que "quien desea Imprimir un libro, mucho más debería desear, ser él mismo un libro"—y en las Devotions upon emergent occasions enfatiza la conectividad del hombre y el mundo, "Ningún hombre es una isla". En el memorable soneto "O to Vex Me", la expresión de Donne diciendo que "mis mejores días son aquellos en los que tiemblo de miedo" se remite a una expresión característica de los almanaques, los días buenos o malos, favorables o desfavorables. 

En todas las Devotions de Donne, se gira alrededor de la alternativa doble: el hombre es a la vez un individuo diferenciado, y un ser conectado por todo tipo de relaciones a los demás, "un punto de una red universal" (193); es "un texto que deja al lector con un sentimiento reforzado tanto de la singularidad del yo individual, como de su desplazamiento" (193). Recapitula la vieja filosofía analógica, pero es consciente de la nueva ciencia, "y del nuevo aislamiento del yo que trata con tanta fuerza de negar ('No man is an island')". A nosotros nos sucede al revés: estamos acostumbrados a al yo individual, y la conexión en red la vemos como una novedad.


"Ahora que la tecnología electrónica reorganiza nuestras percepciones del mundo y nuestro lugar en él, podemos darnos cuenta de que las antiguas metáforas del libro y del cuerpo,

[ver 3/2/2005 en https://web.archive.org/web/20181020034115/http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/garciala/z05-1.html

junto con la nueva metáfora de la red, nos podrían permitir ver el futuro no en términos de una ruptura radical, sino como la reconfiguración de un orden ya imaginado con anterioridad" (194).


A los interesados en el espíritu retroprospectivo que anima esta colección sobre El ordenador renacentista, puedo recomendarles también estos títulos:

Bayard, Pierre. Demain est écrit. (Paradoxe). Paris: Minuit, 2005. (Wilde, Kafka, Woolf…).
_____. Le plagiat par anticipation. (Paradoxe). Paris: Minuit, 2009.
Bernstein, Michael André. Foregone Conclusions: Against Apocalyptic History. (Contraversions: Critical Studies in Jewish Literature, Culture, and Society, 4. A Centennial Book). Berkeley: U of California P, 1994.
Butterfield, Herbert. The Whig Interpretation of History. 1931. Harmondsworth: Penguin, 1973.
Culler, Jonathan. "Story and Discourse in the Analysis of Narrative." In Culler, The Pursuit of Signs: Semiotics, Literature, Deconstruction. London: Routledge and Kegan Paul, 1981. 169-87.
Escola, Marc. "Le temps de l'histoire littéraire est-il réversible?" Fabula.org 15 Jan. 2009.
 http://www.fabula.org/atelier.php?Le_temps_de_l%27histoire_litt%26eacute%3Braire_est-il_r%26eacute%3Bversible%3F
    2009
_____. "Atelier de théorie littéraire: influence rétrospective." Fabula.org 13 Feb. 2009.
    http://www.fabula.org/atelier.php?Influence_r%26eacute%3Btrospective
    2009
Freeman, Mark. Rewriting the Self: History, Memory, Narrative. London: Routledge, 1993.
_____. Hindsight: The Promise and Peril of Looking Backward. New York: Oxford UP, 2010.
Galef, David, ed. Second Thoughts: A Focus on Rereading. Detroit: Wayne State UP, 1998.
García Landa, José Ángel. Objects in the Rearview Mirror May Appear More Solid Than They Are: Retrospective / Retroactive Narrative Dynamics in Criticism. University of Zaragoza, 2005-9. Online edition:
    http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/garciala/publicaciones/retroretro.html
    2010
_____. "Consiliencia y retrospección." Ibercampus (Vanity Fea) 16 Nov. 2009.
    http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14473
    2013
_____. "Retroperspectiva y perspicacia: El emergentismo crítico de Polibio a Wilde." Academia 18 Aug. 2014.
    https://www.academia.edu/8005626/
    2014
Polkinghorne, Donald. Narrative Knowing and the Human Sciences. (SUNY Series in Philosophy of the Social Sciences). Albany (NY): SUNY Press, 1988.
Readings, Bill, and Bennet Schaber, eds. Postmodernism across the Ages: Essays for a Postmodernity that Wasn't Born Yesterday. Syracuse: Syracuse UP, 1993.

Otros pueden encontrarse en mi bibliografía, http://bit.ly/abiblio —en el listado sobre "Retrospection".




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García Landa, José Ángel. "El ordenador renacentista." Vanity Fea 6 July 2010. (Neil Rhodes, Jonathan Sawday).
    http://vanityfea.blogspot.com/2010/07/el-ordenador-renacentista.html
    2010
_____. "El silencio del archivo y el ruido del ciberespacio." Vanity Fea 14 Sept. 2010. (Leah Marcus).
    http://vanityfea.blogspot.com/2010/09/el-archivo-y-el-ciberespacio.html
    2010
_____. "Hacia el Ordenador Renacentista." Vanity Fea 15 Sept. 2010. (J. Sawday).
    http://vanityfea.blogspot.com/2010/09/hacia-el-ordenador-renacentista.html
    2010
_____. "Del trivium al quadrivium (Timothy J. Reiss)." Vanity Fea 27 May 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/05/del-trivium-al-quadrivium.html
    2011
_____. "Iconos Textuales (Stephen Orgel)." Vanity Fea June 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/06/iconos-textuales.html
    2011
_____. "El buscador renacentista." Vanity Fea 20 June 2011. (Thomas S. Corns).
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/06/el-buscador-renacentista.html
    2011
_____. "Saberes nacionales e internacionales" Vanity Fea 4 July 2011. (Andrew Hadfield).
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/07/saberes-nacionales-e-internacionales.html
    2011
_____. "La red de Arachne: Mitografía intertextual (Sarah Annes Brown)." Vanity Fea 14 Sept. 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/reseno-aqui-el-capitulo-arachnes-web.html
    2011
_____. "Las Hijas de la Memoria: El Gunaikeion de Thomas Heywood y el ordenador femenino (Nonna Crook y Neil Rhodes)." Vanity Fea 23 Sept. 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/las-hijas-de-la-memoria-el-gunaikeion.html
    2011
_____. "La Academia Francesa de Pierre de La Primaudaye: Enciclopedizándose." Vanity Fea 29 Sept. 2011. (Anne Lake Prescott).
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/la-academia-francesa-de-pierre-de-la.html
    2011
_____. "En la selva de las formas: Ideas y cosas en los gabinetes de curiosidades de Thomas Browne (Claire Preston)." Vanity Fea 30 Sept. 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/09/en-la-selva-de-las-formas-ideas-y-cosas.html
    2011
_____. "Redes articuladas: El sujeto individual, el libro y el mundo (Neil Rhodes)." Vanity Fea 6 Oct. 2011.
    http://vanityfea.blogspot.com/2011/10/redes-articuladas-el-sujeto-individual.html
    2011


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